Calixto Caravario nace en Cuorgnè, Turín (Italia), el 18 de junio de 1803.
Al encontrarse en Turín, en 1921, con Monseñor Luis Versiglia, misionero, prometió alcanzarlo en China, y cumplió con su palabra dos años después.
Ordenado sacerdote, siempre muy fiel a su consagración religiosa y animado por una caridad cada vez más ardiente, acompañaba a Monseñor Versiglia en una visita pastoral en el distrito de Lin Chow, junto con dos maestros, dos catequistas y una alumna cuando el 25 de febrero de 1930, en un lugar aislado del río, fueron asaltados por piratas comunistas.
Para proteger a los jóvenes –que pudieron escapar–, los dos misioneros fueron golpeados brutalmente y después fusilados.
El Papa Juan Pablo II los beatificó como mártires salesianos, reconociendo en ellos el ideal del pastor que da la vida por sus ovejas, por causa de la verdad y de la justicia, defensores de los pobres, triunfadores sobre el mal del pecado y de la muerte.
Su memoria es celebrada el 13 de noviembre pues un día como ese, pero de 1875, partía de Génova (Italia) la primera expedición misionera salesiana, cuyo destino fue Argentina.
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