P. Rafael SÁNCHEZ VARGAS, SDB
SUBSIDIOS 81
REPRODUCCIÓN del CENTRO ACS
"Mamá MARGARITA" - BERNAL
Belgrano 280 (1876) - BERNAL
Pcia. Bs. Aires - ARGENTINA
TE: 54 (011) 4252-0046
INTRODUCCIÓN
En este mes de agosto, el día 16, memoramos el nacimiento de nuestro padre y fundador
San Juan Bosco. Sus consejos son para nosotros los miembros de su Familia, para todos los
innumerables amigos de su obra, y para toda persona de bien, una guía espiritual permanente
que nos ayuda a ser buenos cristianos y honestos ciudadanos, como él lo propuso a sus
muchachos para transitar nuestra ascesis de perfección camino a la santidad.
Por eso, habiendo hallado esta valiosa Colección de sus Pensamientos, obra del P. RAFAEL
SÁNCHEZ VARGAS SDB, que fuera editada en 1966 por los Salesianos de México, al
cumplirse los 150 años del nacimiento de Don Bosco, nos pareció de suma utilidad por su gran
trascendencia, tomarnos el atrevimiento de reproducirla para uso de los Cooperadores
Salesianos de nuestro Centro "Mamá MARGARITA" de Bernal, y para muchas otras personas
de buena voluntad que comparten la experiencia de estos mismos valores humanos y cristianos.
PRESENTACIÓN
"san Juan Bosco, forjador de nuevas generaciones, es hasta el presente el primero y único
educador que ha sabido llevar a los altares a los estudiantes laicos; es, pues, todo un
revolucionario en el modo de hacer santos, y creó un método original de educación, llamado
Sistema Preventivo, basado en religión y amor, que actualmente fue considerado inclusive en el
Concilio Vaticano II.
Uno de los secretos consistía en esas frases lapidarias, consejos cortos y acertados, como
palabras al oído, que fascinaban y encantaban, aún pasados los años inquietos de la juventud,
sirviendo como de "slogan" a los educadores.
Un intrépido hijo de Don Bosco, el P. Rafael Sánchez Vargas SDB, alma de poeta, avezado en el
apostolado donboscano, tuvo la paciencia de sacar de los veinte tomos de las Memorias
Biográficas de Don Bosco, estos consejos cortos o máximas, que ese genio de la educación
moderna tan atinadamente utilizó y que en nuestros días constituyen un verdadero arsenal de
formación y guía espiritual para padres de familia, para educadores, sacerdotes y confesores.
Viene pues, muy a propósito el presente libro... habiendo sido Don Bosco quien tanto bien hizo
con el apostolado de la pluma, el iniciador de las famosas Lecturas Católicas... Es pues, la mejor
forma de honrar el nacimiento de nuestro Padre Don Bosco".
México, D.F., 16 de agosto de 1966.
NOTA: P. Francisco E. Erdey. SDB
La mayor parte de los textos de las Máximas fueron extraídos principalmente de las "Memorias Biográficas" de Don
Bosco (se indica el número del Tomo y de la Página), y de la publicación sobre Don Bosco de la Biblioteca de Autores
Cristianos (BAC).
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ALEGRÍA
1 Para nosotros la base de toda santidad consiste en estar
siempre alegres. (VI, 356).
2 Alegría, estudio y piedad: es el mejor programa para hacerte
feliz y que más beneficiará tu alma. (VII, 494).
3 Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera. (VI,
697).
4 Para ser bueno basta practicar tres cosas y todo te resultará a
pedir de boca. ¿Cuáles son estas tres cosas?: Alegría, estudio y
piedad. (VII, 494).
5 ¡Mi mayor satisfacción es verte alegre!. (IX, 627).
6 Estando siempre alegres, ni cuenta nos daremos qué pronto pasa el tiempo (I, 374).
7 Es imposible pretender cosas extraordinarias de la juventud, ya es bastante lograr simplemente que sean buenos y
que estén siempre alegres. (II, 566).
8 Dios favorece al hombre alegre. (IX, 819).
9 El demonio no puede resistir a la gente alegre. (X, 648).
10 Alegría, oración y comunión son el secreto de nuestra resistencia. (X, 1178).
11 Si quieres una vida alegre y tranquila, procura estar siempre en gracia de Dios. (XII, 133).
12 Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías. (XII, 207).
13 ¿Queréis estar siempre satisfechos y risueños?. Es la obediencia la que nos lleva a esa alegría. (XIII, 210).
14 Vuestras plegarias y alabanzas para que sean agradables a Dios, hacedlo no solamente con recogimiento de espíritu,
sino con gozo y alegría de corazón. (BAC, 679).
15 Lo que alegra y halaga al cuerpo, ha de beneficiar también al espíritu, para que así todo se disponga a la mayor
gloria de Dios. (XII, 143).
16 Al Señor le agrada que le sirvan con gusto, porque haciéndolo con alegría y de corazón, se ama más a Dios. (XII,
610).
17 Mientras los alumnos se dejen guiar por la obediencia, como una madre lleva de la mano a su hijo, reinará la paz y la
alegría en nuestro Oratorio. (XVII, 111).
18 Mientras conservéis vuestra alegría, os alejaréis del pecado. (III, 603).
ALMA
19 Tus pensamientos, palabras y obras, todo ha de convertirse en beneficio de tu alma. (VI, 442).
20 ¡Hijo!, tienes una sola alma; es preciso que la salves. (III, 608).
21 Si yo sintiese tanta solicitud por el bien de mi alma, como la tengo por el bien del alma de otros, estaría seguro de
salvarme. Con gusto sacrificaría todo, con tal de poder ganar el corazón de los jóvenes y ofrecérselos al Señor. (II,
250).
3
22 No pienses que vives en el mundo únicamente para divertirte, enriquecerte, comer, beber y dormir, como los
animales privados de razón; pues el fin para el que has sido creado es infinitamente superior y más sublime; esto es:
amar y servir a Dios en esta vida y salvar tu alma en la otra. (BAC, 686).
23 Tengo una alma sola: si la pierdo, ¿de qué me servirá haber vivido?. (IV, 55).
24 La mejor obra que se puede hacer en este mundo es atraer las almas perdidas al buen sendero, a la virtud. (I, 475).
25 Comprenderás mejor la importancia del bien, si consideras que tu salvación eterna o tu condenación, depende
únicamente de ti. (BAC, 686).
26 Salvando tu alma, serás feliz para siempre; pero, si la pierdes, lo pierdes todo: alma, cuerpo, cielo, Dios, que es tu
supremo fin ... , y esto, por toda la eternidad. (BAC, 686).
27 Quien se preocupa mucho de su cuerpo y poco de su alma, acaba por caer en los brazos del demonio. (IX, 37).
28 Si cooperas a salvar un alma, aseguras la tuya propia. (XVIII, 470).
29 Cuando se trate de salvar un alma, no se miden las consecuencias. (V, 661).
30 Para salvar nuestra pobre alma, hay que estar dispuesto a todo. (X, 1239).
AMISTAD
31 La dulzura en el hablar, en el obrar y en reprender, lo gana todo y a todos. (IV, 93).
32 Sin sonrisa no es posible demostrar amistad. (XVII, 108).
33 ¡Cuántas almas se pueden atraer con el buen ejemplo!. (IX, 348).
34 El que regala un libro bueno, aunque no tuviera más mérito que haber suscitado un buen pensamiento, ya ha
ganado un mérito incomparable delante de Dios. (II, 375).
35 Si alguno se inclina hacia las amistades particulares, o que, aún remotamente, corra peligro en la moralidad,
cámbialo prudentemente de sitio; si fuera necesario, dale otra ocupación; y si pusiera en peligro la inocencia de
algún compañero o de algún alumno, destínalo a otra ocupación y da aviso oportunamente. (VII, 525).
36 No os fiéis de la amis tad de los que hablan mal de sus superiores o que tratan de alejaros de vuestros deberes. (III,
167).
37 Quien da o escucha malos consejos, está ciego y se hace esclavo del demonio. (IX, 34).
38 Dominad vuestros impulsos y tendréis muchos amigos y ningún enemigo. (VI, 102).
39 Quien conversare contigo, ha de separarse de ti como amigo. (X, 1183).6
AMOR
40 Sin amor, es inútil cualquier sacrificio del educador. (V,
41 (Una de las últimas frases de Don Bosco a Don Rúa).
amen". (XVIII, 537).
42 Para poder ser amado hay que demostrar primero que se
(XVII, 111).
43 No basta amar a los niños, es preciso que ellos se den
que son amados. (XVIII, 30).
44 Sin cariño, resulta estéril toda educación. (VIII, 752).
4
45 No todos pueden ayunar emprender viajes largos; no
pueden dar grandes limosnas, pero todos pueden amar a Dios; basta quererlo. (V, 566).
544).
"Que te
ama.
cuenta
todos
46 A Dios no le placen las cosas hechas por la fuerza. Siendo Él, el Dios del amor, quiere que todo se haga por amor.
(VI, 15).
47 Para que el amor fraterno sea realmente verdadero, debe ser tal que el bien de uno sea para el bien de todos, y el
mal de uno lo sientan todos. (XII, 630).
48 Los jóvenes ... se muestran muy dóciles cuando están convencidos de que la persona que les manda los ama. (XVII,
108).
49 Los jóvenes secundados en lo que les agrada, poco a poco comienzan a amar lo que antes no les gustaba; como la
disciplina, el estudio, la mortificación de sí mismos, adquiriendo esto con entusiasmo y amor. (XVII, 111).
50 Es el amor el que ayuda a soportar a los superiores las fatigas, los disgustos, la ingratitud, los desórdenes, los
defectos y la negligencia de los jóvenes. (XVII, 111).
AUTORIDAD
51 La Congregación tiene como fin especial sostener la autoridad de la Santa Sede, doquiera que
se encuentre y dondequiera que trabaje. (XVIII, 487).
52 Recomendamos siempre la obediencia a la autoridad civil, porque quien gobierna está puesto por Dios para
mandar. (II, 450).
53 Respetad todas las autoridades constituidas como ciudadanos, pero como católicos depended del Sumo Pontífice.
(IX, 417).
54 La religión Católica es el fundamento de la prosperidad en los estados, porque los súbditos no serán fieles a la
autoridad civil si no son fieles primero a Dios. (IX, 443).
55 Mi mejor consejo es éste: examinar de un modo práctico cómo dar al César lo que es del César, para que al mismo
tiempo se dé a Dios lo que pertenece a Dios. (XIII, 288).
56 Cuando surja alguna dificultad con la autoridad temporal o eclesiástica, procurad presentaros a explicar la razón de
vuestro proceder. La exposición personal de vuestras intenciones disminuye bastante y posiblemente desvanece el
juicio que alguna mentalidad pudiera haberse formado de vosotros. (XVII, 270).5
BIEN
57 Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse. (VI, 322).
58 Nuestra vida es tan fugaz, que apenas nos alcanza el tiempo para hacer el bien. (Mamá Margarita, I, 77).
59 El sacerdote para hacer mucho bien necesita unir a la caridad una fuerte dosis de amabilidad. (III, 49).
60 Para hacer el bien se necesita valor, estar dispuesto a sufrir cualquier mortificación, no hacer sufrir nunca a nadie,
se siempre amable. (III, 52).
61 Siempre se debe preferir el bien general al particular. Nuestro beneficio particular no debe tomarse en cuenta
cuando se trata del bien común. (XVII, 660).
62 La mejor manera de adquirir méritos consiste en hacer el bien sin mirar a quien, cada vez que esté a nuestro
alcance, sin esperar recompensa del mundo, sino de Dios solamente. (VII, 418). 5
63 Nunca suprimas el bien para impedir un mal. (XI, 203).
64 Cuando se trate de hacer el bien, no te fijes en ningún interés material. (XIII, 286).
65 A los niños se hace mucho bien tratándolos siempre con amabilidad. Hay que amarlos y estimarlos a todos por
igual, aunque alguna que otra vez no lo merezcan. (XIII, 286).
66 Cuando se trata de practicar el bien, los mundanos encuentran siempre muchas dificultades. (XIII, 232).
67 Por mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo adoptando el siguiente sistema y precioso lema: obrar bien y
dejar a la gente que hable. (XII, 286).
68 Para que nuestras obras sean meritorias: expongamos la verdad, concretémonos a los hechos, y no entremos nunca
en polémicas. (XIII, 883).
69 Las buenas obras es mejor hacerlas cuanto antes. (XV, 601).
CARIDAD
70 No es justo que viva de la caridad de otros quien puede bastarse a sí mismo. (V, 754).
71 Sacrificaré todo para ganar el corazón de los jóvenes, a fin de poderlos regalar al Señor. (VII, 250).
72 No os recomiendo penitencias ni mortificaciones, pues, seréis dignos de mérito y gloria de la Congregación, si os
soportáis unos a otros en las penas y disgustos de la vida, con cristiana resignación. (XVII, 267).
73 Viviendo sin preocupaciones, fácilmente se olvida uno del Señor. (VI, 329).
74 Quien protege a los huérfanos, será defendido por Dios en los peligros de la vida, y en la hora de la muerte María
Santísima lo salvará. (XVIII, 864).
75 La manera más eficaz para obtener el perdón de los pecados y asegurarse la vida eterna, es proteger a los niños.
(XIII, 247).
76 Yo os aseguro que quien no da lo superfluo, defrauda al Señor. (BAC, 738).
77 Demos bastante si queremos conseguir mucho. (BAC, 745).
78 Proteged a los pobres, si queréis llegar a ser ricos. (BAC, 749).
79 Quien protege a los pobres, será largamente recompensado por Dios ante su divino tribunal. (BAC, 749 - XVIII,
863).
80 La mejor manera de apaciguar las controversias consiste en tener paciencia y caridad. Vince in bono malum. Por lo
demás estemos contentos en unión con Dios. (X, 448).
81 Disimula las faltas ajenas y nunca te burles de nadir. (XIII, 880).
82 Para trabajar con éxito, téngase caridad en el corazón y paciencia en la ejecución. (XVI, 32).
83 He visto con toda claridad que los jovencitos que han salido de las correccionales -si encuentran una mano
benévola que los cuide y los coloque con buenos patrones, los visite de vez en cuando durante la semana y los
ayude a pasar bien los días festivos- , se regeneran, olvidan lo pasado, se hacen buenos cristianos y honrados
ciudadanos. (II, 12).
84 Dios bueno, en su infinita misericordia se complace en ayudad y perdonar. (IX, 178).
85 La mayor satisfacción de nuestra vida será si logramos que la caridad reine perfectamente entre nosotros. (XV,
682).
86 El mejor estímulo para amar y servir a Dios es su infinito amor que nos rodea. (BAC, 669).
6
87 Las obras no son de caridad cuando se hacen por interés. (VI, 371).
88 Nunca dejemos escapar la ocasión que se nos presenta para hacer el bien. (VI, 493)
89 Ayúdame a salvar muchas almas, pero primero la tuya. (III, 620).
90 Sé espléndido con los pobres, si quieres llegar a rico. La limosna además cubre la multitud de tus faltas. (P.M. 15).
91 La primera caridad ha de ser la que usamos con nuestra propia alma. (XVI, 316).
92 Ser amigo de Don Bosco significa que me ayudes a salvar tu alma. (VI, 384).
93 Amar a todos, para conducirlos a todos al Señor. (II, 525).
94 Es más bello el amor unido a la caridad. (XIII, 149).
95 Súfrelo todo, con tal que no te olvides de la caridad. (XIII, 881).
96 Con caridad y paciencia todo se alcanza y hasta se llegan a juntar rosas sin espinas. (III, 35).
97 La caridad no distingue razas, no mide distancias ni prefiere lugares. (XVIII, 237).
98 La caridad de los buenos no tiene límite. (XVIII, 160).
99 Donde reina la caridad, ahí está la felicidad. (VI, 245).
100 Humildad, caridad y modestia, no pueden estar separadas la una de la otra. (IX, 436).
101 La práctica de la caridad es la base de la verdadera educación y buena crianza. (IX, 996).
102 La corrección fraternal es el fundamento de la caridad. (IX, 998).
103 El mejor consuelo en las grandes contrariedades, lo proporciona la tranquilidad de
y la caridad. (X, 448).
104 El bien de uno, sea para bien de todos, el mal de uno sea rechazado como el mal que afecta a
todos. (X, 1311).
105 Practicad la caridad, toda vuestra caridad con todos. (XI, 389).
106 Recordad que la educación depende de la formación del corazón. (XVI, 447).
107 Siempre ha de triunfar la caridad. (III, 369).
108 Caridad es la virtud que distingue a los hijos de Dios de los hijos del mal y del mundo. (III, 607).
109 Dar buenos consejos a los compañeros, es una manera de hacer obras de caridad. (III, 607).
110 Sabed compenetraros en todo como se hace entre buenos hermanos. (IV, 208).
111 La caridad sea la guía de todas nuestras acciones, que al fin y al cabo, redundarán siempre en nuestro propio bien.
(VII, 404).
112 El vínculo que une a la sociedad, a las congregaciones, es el amor fraterno. (XII, 630).
113 Amáos los unos a los otros, aconsejáos, corregíos recíprocamente, no seáis envidiosos, ni guardéis rencor. Antes,
el bien de uno sea el bien de todos, las penas y los sufrimientos de uno ténganse como penas y sufrimientos de
todos; y esmérese cada uno por alejarlas o al menos mitigarlas. (VII, 526).
114 Si se trata de cosas espirituales o simplemente morales, entonces las divergencias resuélvanse en tal sentido que
cedan a la mayor gloria de Dios y el bien de las almas. Empeñáos, puntillos, espíritu de venganza, amor propio,
pretensiones y hasta el honor, todo debe sacrificarse antes que la caridad. (VII, 526).
115 En caso de divergencias en cosas materiales, cede en lo posible, con tal que se conserve la caridad. (VII, 526).
116 Búsquese el modo de excitar la caridad de otros hacia nosotros con obras pías y exhortaciones
7
El Señor dice: "Ayúdate que yo te ayudaré". Es necesario que nosotros hagamos todo el
esfuerzo posible. No se espere la ayuda de la Divina Providencia, estando nosotros sin hacer
nada. Ella se moverá cuando haya visto nuestros esfuerzos generosos por su amor. (XII, 79).
117 Socorred a los huérfanos en la tierra y el buen Dios os hará ricos un día en el Paraíso. (XVIII, 862).
118 Digamos siempre de corazón: Perdónanos nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Pero
con un olvido absoluto y definitivo de todo lo que en el pasado nos
haya ocasionado algún ultraje. Amemos a todos con amor fraterno. (XVII; 265).
119 No se oculte el sol sin que os apartéis de todo rencor. (XVII, 271).
120 Será para vosotros siempre un día hermoso, cuando logréis, a base de beneficios, vencer un enemigo o ganaros un
amigo. (XVII, 271).
121 Asiste a los hermanos, ayúdalos, instrúyelos, de modo que puedan cumplir sus propios deberes. Jamás emplees
palabras ásperas y ofensivas. (XVII, 266).
122 Imponte una pequeña privación, y el pan que te sobra dalo a un necesitado, porque detrás de la mano del pobre está
la mano invisible del Señor, que acepta la limosna como si a Él mismo se hiciera. (Casa de la Fortuna, Acto I,
Escena II).
123 Es una obra de misericordia el dar de comer al hambriento, pues, que corta es la vida, quiero que durante mis días
ninguno que llegue a mi casa se retire descontento. (Casa de la Fortuna, Acto I. Escena II).
124 Aún los malos admiran la caridad, aunque no la practiquen. (XII, 583).
125 Hagamos a los demás lo que quisiéramos que los demás hicieran con nosotros. (Casa de la Fortuna, Acto I, Escena
IV).
126 Es necesario ser tolerante, porque manchas no le faltan ni al sol. (Casa de la Fortuna, Acto I, Escena IV).
127 Haciendo el bien nada se pierde. (Casa de la Fortuna, Acto I Escena VII).
128 La venganza es de almas viles, y el perdón es propio del cristiano. (Casa de la Fortuna, Acto II, Escena IV).
129 Da buenos consejos siempre que se presente la ocasión, especialmente cuando se trate de consolar a un afligido, y
acude en su ayuda para que supere alguna dificultad o para prestar algún servicio. (XVII, 267).
130 No sólo olvida con facilidad los sinsabores y las ofensas personales, sino con benevolencia y con atenciones vence,
o mejor dicho, corrige a los negligentes, desconfiados y suspicaces. (XVII, 267).
131 La caridad de los buenos no tiene límites. (XVIII, 42).
132 No abusemos de la caridad que los otros nos proporcionan. No busquemos más comodidad. "Teniendo vestido y
alimento quedemos satisfechos". "Habens victum et vestimentum his cotentus ero" y nada más.
133 (A los misioneros). Praticad la caridad y emplead suma cortesía con todos. (XI, 385).
134
Muchas personas reconocieron que su situación comenzó a mejorar desde el momento que empezaron a hacer
caridad a los niños pobres. (II, 339).
135
La caridad y la cortesía sean las notas características de un Director, tanto para con los internos como para los
136 Jamás reprendas a tus hermanos ni los humilles en presencia de los demás, sino avísalos
siempre "in camera caritatis", o sea dulcemente y estrictamente en privado. (XVII, 266).
137 Todos los hermanos salesianos que moran en una misma casa formen un solo corazón y una sola alma con su
Director. (XVII, 267).
138 Siembra a manos llenas, porque obrando bien te beneficiarás en esta vida y recogerás mejores frutos en la otra.
(P.M. 14).
139 La caridad es ingeniosa para encontrar siempre motivos de alabanza. (IX, 565).
CASTIDAD
140 Lo que debe distinguirnos de los demás, lo que debe ser la característica de nuestra
Congregación es la virtud de la castidad. (XII, 224).
141 La castidad será el mejor triunfo de la Congregación y la forma más patente de agradecer a Dios tantos favores que
nos ha concedido. (XII, 225).
142 Si alguno moralmente no está seguro de poder conservar la castidad, por caridad, no intente hacerse sacerdote ni
religioso. (XI, 574).
143 Vino y castidad no pueden estar juntos. (IV, 184).
144 Humildad, obediencia, castidad, serán siempre agradables a María Santísima. (VIII, 131).
145
La virtud sobresaliente de los Salesianos debe ser la Castidad; así como los hijos de San Francisco de Asís se
distinguen por su pobreza, y los hijos de San Ignacio sobresalen por la obediencia. (SM. 183).
146
Medios positivos para conservar la castidad: oración, evitar el ocio, frecuentar los Santos Sacramentos y ser
cuidadoso en las cosas pequeñas. (IX, 708).
147 Medios negativos para conservar la castidad: huir de las ocasiones. (IX, 709).
148 Gula y castidad y especialmente vino y castidad, nunca pueden armonizar en una persona. (XI, 517).
149 Estad seguros que seréis bendecidos del Señor si conserváis la bella virtud, y huís de todas las cosas contrarias a la
castidad. (XI, 522).
150 Mientras uno no pueda estar moralmente seguro de conservar la castidad - que es el fundamento y base de las otras
virtudes- , yo no le aconsejaría que siguiera adelante en la vocación. (XI, 574).
151 La castidad es, según mi parecer, la base de todas las virtudes, que debe servir como fundamento básico de un
edificio religioso. (XI, 580).
152 La bella virtud de la castidad es el centro de las demás virtudes. (XII, 15).
153 La ocupación constante es el medio más eficaz para conservar la castidad. (XII, 16).
154 La mortificación de los sentidos nos ayuda a conservar la castidad y a fortificar el espíritu. (XII, 15).
155 En los tiempos actuales, es necesario contar con una modestia a toda prueba y con una castidad firme. (XII, 224).
156 La castidad es la reina de las virtudes, la virtud que conserva las demás. (XII, 470).
157 Quisiera emplear días enteros para hablaros solamente de la castidad. (XII, 564).
158 La castidad perfecta asegura la victoria sobre todos los vicios. (XII, 626).
9
CEREMONIAS
159 Las ceremonias influyen para conservar es espíritu religioso. (XVII, 189).
160
El recogimiento religioso y devoto durante las ceremonias sagradas es de grandísima edificación para los fieles;
además de que la santidad del acto lo requiere así. (XII, 61).
161 Las ceremonias bien hechas demuestran la seriedad y sensatez con que se debe proceder en el estado eclesiástico.
(XII, 89).
CIELO
162
Todo el bien que los demás hagan por nuestra sugerencia, acrecentará el esplendor de nuestra gloria en el cielo
(XVII, 491).
163 Si el pensamiento del infierno es aterrador, que nos llene de consuelo la esperanza del Paraíso, en donde se gozan
todos los bienes. (BAC. 675).
164
Si os juntáis con los buenos, os aseguro que iréis con ellos al Paraíso. Si con los malos, seréis desgraciados y
acabaréis por perder irreparablemente vuestra alma. (BAC. 683).
165 El afecto hacia las cosas de la tierra, disminuye y ahoga el deseo por las cosas del cielo. (VIII, 774).
166 Caminad con los pies en la tierra, pero teniendo la mirada y el corazón en el cielo. (V, 544).
167 La llave y la cerradura que usaba Domingo Savio para entrar por el camino del cielo y cerrar la puerta al demonio,
eran la obediencia y una gran confianza en el Director Espiritual. (V, 649)
168 El mundo está lleno de tontos y de astutos. Los astutos son los que trabajan y sufren para ganarse el cielo; los
tontos son los que viven su vida sin pensar en la eternidad. (VIII, 19-20).
Sacramento de la Confesión, recibís la Santa Comunión, escoged un confesor a quien podáis abrir vuestro corazón,
y no lo cambiéis sin necesidad. (V, 145).
170
442).
En los sufrimientos y en las penas no hay que olvidar nunca que nos espera un gran premio en el Paraíso. (VI,
171 El camino para llegar al cielo no son los placeres. (VII, 7).
172 Un pedazo de Paraíso todo lo suple. (VIII, 444).
173 En el Paraíso no existirá ninguna controversia. Todos pensaremos igual. (VIII, 444).
174 Las tribulaciones de esta vida nos disponen para que deseemos más el Paraíso. (VIII, 774).
175 En el Paraíso se gozan todos los bienes imaginables y para siempre. (XVIII, 483).
COADJUTOR
176
Se llaman Coadjutores porque tienen el particular oficio de coadyuvar a los Sacerdotes en las obras de caridad
cristiana propias de la Congregación. No son servidores, sino condueños. (BAC.28).
COMUNIDAD
177 No se escatime ningún sacrificio para conservar la vida de comunidad. (XVII, 265).
10
178 Si en vuestra comunidad se presentan honestos entretenimientos, tomad parte en ellos; pero evitad las contiendas
con los demás, las burlas, los apodos y el mostraros descontentos de las diversiones que se os proporcionen. (BAC:
679).
179 La abundancia de los bienes temporales fue siempre la causa de perdición de Comunidades enteras. (VI, 328).
180
Una comunidad que observa con exactitud el silencio en el tiempo establecido, es ciertamente fiel a las
constituciones. En cambio, aquella comunidad donde cada cual habla según su capricho, por lo general, no observa
ni las reglas ni el orden. (VI, 773).
181 No es el número de las personas, sino la caridad y el fervor, que constituyen en la comunidad
la gloria del Señor. (VIII, 476).
182 Los defectos de una comunidad deben ser siempre disimulados. (IX, 565).
183
Es mucho mejor la condición de una casa religiosa donde se reza poco y se trabaja mucho, a otra casa, donde
siempre están rezando, pero no trabajan. (IX, 566).
184 ¡Ay de aquellas casas religiosas donde comienzan a vivir como si fueran ricos!. (IX, 702).
185 Cuando se introduce el ocio en una comunidad, pronto quedará relajada; en cambio, si se trabaja con ahínco,
ningún peligro la amenaza. (XII, 438).
186
499).
La unidad en el mando, de espíritu y administración, es el fundamento y base de la comunidad religiosa. (XII,
187 Eliminad de una comunidad la murmuración y la parcialidad, y se gozará de una paz perfecta. (XIII, 398).
COMUNIÓN
188
Las Comuniones hacedlas como se debe. Hay algunos que se acercan a la Santa Comunión y no piensan en
corregirse de sus defectos: hacen la Comunión por la mañana y durante el día tienen a veces conversaciones
inconvenientes con los compañeros. Murmuran de esto o de aquello, de los superiores, de los compañeros... ¿Cómo
se podrá decir que han hecho una buena Comunión?. (VIII, 55).
189 Después de la Comunión entretenéos al menos un cuarto de hora en dar gracias. Sería una gravísima irreverencia,
si pocos minutos después de haber recibido el Cuerpo, la Sangre, el Alma y Divinidad de Jesucristo, uno saliese de
la Iglesia. (III, 162).
190 ¿Queréis saber mi deseo?. Comulgad diariamente. El
Trento dice: "Sacramentaliter". ¿Entonces?. Entonces
Concilio de
hacedlo así.
Cuando no podáis comulgar sacramentalmente, comulgad
espiritualmente. (VII, 678).
al
menos
191 ¡Cuántos niños hay que no escuchan la instrucción
religiosa, las
explicaciones sobre la santa ley de Dios!. Preparadlos para recibir con frecuencia los Santos Sacramentos... ¡Ah!...
"Parvuli petierunt panem, et non erat qui frangeret eis". (Tr. IV,4). (II, 308-309).
192 Mostradme un jovencito que frecuente la Confesión y Comunión; lo veréis florecer en su juventud, llegar a una
edad viril y alcanzar, si así place a Dios, la más avanzada edad, con una conducta que será para ejemplo de quienes
lo conocen. (VI, 145).
197
Un joven de Confesión y Comunión frecuente, impresiona mucho más a sus compañeros que cualquier sermón.
(III, 163).
198 Un consejo para ser feliz: evitar el pecado y frecuentar la Santa Comunión. (XVI, 26).
199 Alejarse de la Comunión es dar cabida a las insinuaciones del demonio. (VIII, 116).
200 La Comunión es fuente de energías que debe ayudaros durante toda vuestra vida. (XII, 610).
201 Jesús Sacramentado es y debe ser para vosotros el único y verdadero amigo. (XI, 522).
202 Recordemos que Jesús está presente en el Santísimo Sacramento y es rico en gracias para distribuirlas a quienes las
imploran. (La Juventud Instruída, 136).
203 En cuanto a la Primera Comunión: antes que el vicio se apodere de un joven, sea el Señor quien se posesione de su
corazón. (IV, 386).
204 El tesoro más grande que se puede hallar en el cielo y en la tierra, está en el Sagrario, pues ahí habita el Dueño de
todo lo creado. (VI, 320).
205 ¿Queréis que el demonio os asalte?. Visitad raramente a Jesús Sacramentado. ¿Queréis que huya de vosotros?.
Visitad frecuentemente a Jesús. (II, 259).
206 ¿Queréis que el Señor os conceda muchas gracias?. Visitadlo con frecuencia. ¿No os importa que os conceda
pocas?. Visitadlo raramente. (II, 259).
207 Todos tienen necesidad de la Comunión: los buenos, para mantenerse virtuosos; los malos, para enmendarse. (XII,
567).
CONCIENCIA
208 Por nosotros mismos somos incapaces de descubrir nuestros defectos. (IX, 999).
209 Nadie mejor para aconsejarnos, que el Director de nuestra conciencia. (XI, 300).
210 Conciencia pura y limpia, he aquí la verdadera tranquilidad para servir al Señor. (II, 385).
211 Conservad vuestra conciencia en tal estado, que os permita acercaros, según el consejo del confesor, todos los días
a la Santa Comunión. (V, 926).
212 Dichosos aquellos que en esta vida no tienen que soportar remordimientos de conciencia. (V, 926).
213 Está bien que uno sea siempre limpio y aseado en su persona, pero es mucho mejor que esto, tener la conciencia
pura de todo pecado. (XIII, 417).
214
Sed prudentes, pero no olvidéis nunca que vuestra prudencia debe consistir en salvaguardar vuestra fe, la
conciencia y vuestra alma limpia. (VII, 32).
215 Quien tiene paz en su conciencia, lo tiene todo. (XI, 248).
216
Quien no es capaz de perseverar en tal estado, que su conciencia le permita comulgar durante una semana, yo
aconsejo no admitirlo a la Comunión frecuente. (XII, 131).
217
Un joven que haya tenido la desgracia de no confesarse bien, de haber hecho una confesión sacrílega, tiene su
conciencia hecha una verdadera borrasca. (XII, 132).
12
218 Tened la seguridad que cuando un joven por desgracia deja embrollar su conciencia, con el pasar de los años se va
empeorando. (XIII, 270).
219 Es ardiente deseo de la Iglesia que todo cristiano viva siempre en tal estado que pueda recibir todos los días la
Santa Comunión. (XIII, 419).
220 Es aconsejable que cada año se haga examen general de nuestra conciencia. (XV; 606).
221 No hay nada más penoso para un sacerdote que tener que ver con una conciencia confusa. (XVI, 222).
CONFESIÓN
222 Está siempre dispuesto para escuchar las confidencias de los que desearen confesarse contigo. Procura alejar hasta
la más lejana sospecha de que recuerdas lo que te dijeron en la confesión. No haya ni sombra de parcialidad para
quien se confiesa con uno, prefiriéndolo a otro. (VII, 526).
223 Acoged con amabilidad a toda clase de penitentes, pero en especial a los jóvenes. Ayudadles a exponer el estado
de su conciencia, animadlos a frecuentar el santo Sacramento de la Penitencia. Este es el medio más seguro de
tenerlos alejados del vicio. Pones todo vuestro esfuerzo en que practiquen los avisos que les déis para evitar las
recaídas. Corregidlos con bondad; puesto que si los reprendéis con aspereza, o no vendrán a buscaros más, o bien
ocultarán sus faltas por miedo a vuestro severo requerimiento. (Miguel Magone, Cap. V).
224 Después de haber ganado la confianza de los jóvenes, indagad con delicadeza si sus confesiones pasadas fueron
bien hechas. Autores célebres en moral ascética y de larga experiencia, convienen en que, por lo general, las
primeras confesiones de los niños suelen ser nulas, o cuanto menos defectuosas, por falta de instrucción o por
omisiones voluntarias. (Miguel Magone, Cap. V).
225 Invítese al joven a escudriñar bien el estado de su conciencia; particularmente desde los siete a los diez o doce
años. En esta edad se tiene conocimiento de ciertas faltas, pero no se hace caso de ellas o se ignora el modo de
confesarlas. El confesor sea extremadamente prudente y de absoluta reserva; pero no omita aquellas preguntas que
se refieren a la santa virtud de la modestia. (Miguel Magone, Cap. V).
226 Cuando os solicitan para confesar, prestáos de buen grado y no uséis mal modo no demostréis nunca impaciencia.
Recibid a los niños con modales dulces y con grande afabilidad. No los reprendáis ni os asombréis por su
ignorancia o por las cosas que os manifiesten en confesión. (I, 153).
227 Se puede variar, sin escrúpulo, de confesor, en caso de haber cambiado de domicilio o cuando no se puede acudir a
él sin grave incomodidad, o por enfermedad, o por razón de la mucha concurrencia de penitentes que él pueda tener
en las grandes solemnidades. (Miguel Magone, Cap. V).
228 Cuando uno fuera solicitado para atender las confesiones de los fieles, se puede interrumpir el santo Oficio y hacer
más breve la preparación y la acción de gracias de la Misa, a fin de prestarse a ejercitar este sagrado ministerio. (I,
129).
229 Si alguien, repasando su vida anterior, recordase que ocultó algún pecado en sus confesiones, o tuviere la más leve
duda acerca de la validez de alguna de ellas, le aconsejo con el mayor encarecimiento: Amigo, por amor de
Jesucristo y por la preciosa Sangre que derramó para
13
salvar tu alma, te suplico que arregles el estado de tu conciencia en la primera oportunidad en
que te acerques a confesarte, exponiendo con sinceridad todo lo que inquieta tu alma como si
te hallases en el momento de la muerte. (Miguel Magone, Cap. V).
230 Os aseguro que cuanto más sinceros seáis con el confesor, más aumentará su confianza hacia vosotros y con tanto
mayor acierto podrá aconsejaros y advertiros lo que considere más necesario y oportuno para el bien de vuestra
alma. (Miguel Magone, Cap. V).
231 Si vuestra conciencia tuviera algo que no se atreva a comunicar al confesor ordinario, acudís a otro, antes de
cometer un sacrilegio. (Miguel Magone, Cap. V).
232 Me acercaré al Sacramento de la Penitencia cada ocho días y procuraré practicar los
propósitos que haré en la confesión. (Miguel Magone, Cap. V).
233 Jóvenes míos, recordad que el confesor es un padre que desea ardientemente haceros todo el bien posible y alejaros
del mal. (Miguel Magone, Cap.V).
234 Frecuentad a menudo a vuestro confesor, rogad por él y seguid sus consejos. (Miguel Magone, Cap.V).
235 No os dejéis engañar nunca por el demonio callando por vergüenza algún pecado en la confesión. Yo os aseguro,
jóvenes muy amados, que mi mano tiembla al trazar estos renglones ante el solo pensamiento de que gran número
de cristianos se pierden eternamente por no haber declarado con sinceridad sus pecados en la confesión. (Miguel
Magone, Cap.V).
236 Si no sabes cómo explicarte, basta que sugieras a tu confesor que hay algo en tu vida pasada que te tiene pesaroso
e intranquilo. El confesor no necesita más; tú sigue sus disposiciones y ten la seguridad de que todo quedará
arreglado. (Miguel Magone, Cap.V).
237
Si no tenéis un confesor fijo en quien depositar vuestra confianza, os falta el amigo del alma. (Miguel Magone,
Cap.V).
238 Si encuentras un confesor apropiado a las necesidades de tu alma, no cambies sin necesidad. (Miguel Magone,
Cap.V).
239
A lo que más importancia se debe dar es a las prácticas de piedad. Vayamos con frecuencia a confesarnos.
Acerquémonos especialmente a la Santa Co munión, que es la que debe alimentarnos toda la vida; dediquémonos a
hacer obras buenas, cumpliendo así nuestros deberes y visitemos a menudo al Santísimo Sacramento en la Iglesia.
(XII, 610).
240 Para volar al Cielo necesitamos dos alas: la confesión y la Co munión. (VII, 50).
241
¿Queréis entrar al cielo?. La Confesión es la cerradura, la llave es la confianza en el confesor. Este es el medio
para abrir las puertas del Paraíso. (VII, 49).
242 Dios detesta el pecado y aborrece a quien lo comete, pero... su bondad y misericordia es sin límites. (XVIII, 862).
243 Ante todo, os recomiendo que pongáis cuanto esté de vuestra parte para no caer en pecado; pero si por desgracia
cometéis alguno, no déis oído al demonio tentador que os invita a que lo ocultéis en la confesión. (Miguel Magone,
Cap.V.)
244 El confesor ha recibido de Dios el poder para perdonar todos los pecados, cualquiera que sea su número y calidad.
Cuanto más graves sean vuestras culpas, mayor será su gozo; porque sabe que es mucho más grande la divina
Misericordia que por su conducto os concede el perdón y aplica los méritos infinitos de la preciosa Sangre de
Jesucristo, con lo que puede lavar todas las manchas de vuestra alma. (Miguel Magone, Cap.V).
245 No temáis perder la estimación del confesor comunicándole las faltas graves, ni que él haya
14
de revelarlas a otros, porque el confesor, ni por todo el oro del mundo -ni aún para salvar su
propia vida-, puede utilizar o servirse de lo que haya oído en la confesión, ni comunicarlo a
persona alguna. (Miguel Magone, Cap.V).
246
Confiad también en las oraciones de vuestro confesor, que todos los días pide a Dios en la Santa Misa, que
conceda a sus penitentes la gracia necesaria para que sus confesiones sean buenas, y la perseverancia en el bien. Y
en justa correspondencia de caridad, rogad vosotros por él. (Miguel Magone, Cap.V).
247 Las confesiones que no dan fruto, no son buenas. (XII, 573).
248 El mejor método para tener éxito en la educación consiste en saber hacer buenas confesiones. (IV, 555).
249 Que cada confesión sea tan sincera como si fueses la última de vuestra vida. (XIII, 418).
250 El Señor nos asegura que al escuchar la voz del confesor, a Dios mismo se oye. (III, 94).
251 No critiquéis la conducta de nadie por frecuentar los santos Sacramentos; estas burlas atraen las maldiciones de
Dios. (VII, 191).
CONFIANZA
252 Haz el bien sin esperar agradecimiento de nadir, sino de Dios únicamente. (VII, 418).
253 Insisto, que hay que tener necesidad de tener suma confianza con los superiores en asuntos del alma; es la llave de
la paz interior, el arma más eficaz para ahuyentar la melancolía, el secreto para encontrar la certeza y la satisfacción
tanto en la vida como en la muerte, y para alcanzar la perfección cristiana. (IV, 554).
254 Dios permite las tribulaciones, para sacar mayor bien y mostrar su misericordia y poder. (VII, 461).
255 Os comunico un secreto que puede haceros mucho bien: abrid vuestro
superior, depositad en él vuestra confianza y sed escuetamente sinceros.
256 No se deben aceptar a los aspirantes al estado eclesiástico, si no dan
una moralidad a toda prueba, o mientras no se dejen conocer lo
tengan confianza en los superiores. (XI, 269).
corazón al
(XI, 263).
garantía de
suficiente y no
257 Mirad, hay ciertos individuos que son herméticos: no hablan, no abren
nunca
su
corazón al superior; guardan siempre en su interior sus secretos. Estad
anguis in herba". Son un verdadero flagelo, verdadera pesadilla para la
(XII, 468).
atentos: "latet
congregación.
258
De la familiaridad nace el afecto, el afecto lleva a la confianza; ésta abre los corazones de los jóvenes que
manifiestan todo a sus maestros, a los asistentes y a los superiores. Serán sinceros en todo, estarán dispuestos para
todo si se dan cuenta que son amados. (XVII, 108).
CONSEJOS ESPIRITUALES
259 El demonio siempre se interpone para impedir la conversión. (IX, 997).
260 Las debilidades del alma hay que atenderlas por lo menos con el mismo cuidado como se trate la enfermedad del
cuerpo. (XVI, 441).
261 El escándalo es enemigo del buen ejemplo. (XI, 552).
15
262 Nos sirva de lección y de experiencia todo cuanto sucede. (XII, 251).
263 Los acontecimientos influyen en el hombre, no el hombre en los sucesos. (XIII, 93).
264 Es ocioso quien se preocupe por cosas innecesarias. (XIII, 801).
265 Las costumbres cuando son buenas y llevan al bien, debemos seguir practicándolas. (XV, 605).
266 No basta saber las cosas, es necesario practicarlas. (XVII, 630).
267 Las cosas o se hacen bien, o mejor no se hacen.
268 Respeto a todos, miedo a ninguno. (V, 661).
269 Cuando todo marche bien, no se pretenda cambiar so pretexto de mejorar. (VIII, 228).
270 Cada cual trabaje según su propia capacidad; el mérito depende de la intención. (BAC. 608).
274
Cúmplase con diligencia todos los deberes. Con diligencia, quiere decir con amor, porque la palabra diligencia
viene del verbo "diligere", que quiere decir amar. (XII, 610).
275 Cumplir el deber con alegría y con amor es la mejor preparación para bien morir. El Señor premia al obediente.
(XII, 610).
276 Nunca debemos sentirnos solos, Jesús siempre nos acompaña. (XI, 363).
277 Todo pasa, lo que no trasciende a la eternidad no tiene importancia. (IV, 556).
278 Dios nos ayuda a superar las dificultades que son inevitables en este mundo, que según el Evangelio, está todo
lleno de la maldad. "Mundus totus in maligno positus est". (VI, 550).
279 Sé hombre, nunca te acobardes. (III, 348).
280 Hijitos míos, aprovechando bien el tiempo os habrá servido para vuestra salud eterna. (XVIII, 864).
281 La murmuración corrompe los corazones. (XVII, 113).
282
Pobre del que trabaja esperando alabanzas del mundo; el mundo es muy mal pagador y paga siempre con
ingratitud. (X, 266).
283 Si no tenemos a quien acudir en asuntos de importancia, imploremos luz del poder y amor de Jesús Sacramentado,
en la Santa Misa, durante la elevación. (VIII, 446).
284 Pecando, uno llega a ser el enemigo de su propia alma. (BAC. 566).
285 Lo mejor es siempre enemigo de lo bueno. (X, 869).
286 No nos creamos necesarios. (XII, 447).
287 Quien tiene la conciencia en paz, lo tiene todo. (XI, 248).
288 La voz de la conciencia persigue al pecador que le recuerda:eres enemigo de Dios. (XII, 133).
289 Todas las riquezas del mundo no cuentan para nada en la eternidad. (VIII, 831).
290 Quien afirma ser cristiano y no obra como tal, es un simple impostor. (XII, 364).
291 El demonio es amigo de las tinieblas; trabaja siempre a oscuras. (VI, 321).
292 Dios no abandona a ninguno. (V, 160).
16
293 Falaz es el mundo. Dios es el verdadero amigo. (III, 608 - IV, 59).
294 Que tu conversación sea siempre inspirada en la dulzura. (VIII, 490).
295 Debes dar siempre importancia a todas tus acciones. (III, 614).
296
862).
Hay que tener cierta prisa para hacer obras buenas, porque puede faltar tiempo y quedarse defraudado. (XVIII,
297 Cuando se habla al pueblo, es necesario que el pueblo nos entienda. (BAC. 36).
298 Contigo mismo, sé decidido. (VII, 524).
299 Dios es un buen Padre; confiemos en Él. (VIII, 986).
300 La ociosidad e inercia, engendra ruina, porque el ocio es el padre de todos los vicios.
Temblemos de este monstruo. (X, 1054).
301 Los niños si no son aconsejados a tiempo serán el flagelo de la sociedad. (XIII, 184).
302 Dios da tiempo y oportunidad para practicar la religión. Hay que saber corresponder. (XIV, 86).
303 Si has de aconsejar o avisar, que quien consulte contigo se retire de ti como amigo y contento. (XI, 17).