Don Bosco - 1000 Máximas parte 2
   
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COOPERADORES

304 Los Cooperadores Salesianos son el instrumento del cual se sirve                                                            Dios

propagar su gloria y la de su Santa Madre. (XVII, 149).


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

para


305 Cuando escribáis a vuestros parientes, decidles... que todos aquellos


que


tienen


Salesianos o Hijas de María Auxiliadora, serán salvos hasta la

generación. (X, 631).

306 Nosotros rezaremos todos los días por nuestros bienhechores.

307 Escríbase a nuestros bienhechores y a nuestros Cooperadores


tercera o cuarta

 

(XVIII, 862).


agradeciéndoles de mi parte cuanto hicieron por nosotros mientras yo vivía en la tierra, y rogándoles continúen su

ayuda para el sostenimiento de las Obras Salesianas. (XVII, 259).

308 La salvación de la sociedad, amados Cooperadores, está en vuestros bolsillos. (XVI, 16).


 

 

309 Llegará un tiempo en que ser Cooperador Salesiano será sinónimo de buen cristiano. (XI, 74).

310 Cooperadores Salesianos son los que ayudan a promover el espíritu católico (XI, 74).


311

XI,74).


Los Cooperadores Salesianos están destinados a hacer mucho bien a la Iglesia y a la sociedad civil. (Pío XI,


312 Generalmente la Asociación de los Cooperadores es bien vista por todos, porque no se mete nunca en política.

(XIII, 265).

313 Los Cooperadores Salesianos tienen por delante un campo vastísimo de trabajo para hacer el bien. (XIII, 498).

314 La oración es la más efectiva cooperación. (XIV, 791).


315


Hay que comprender bien el fin de la Pía Unión. Los Cooperadores Salesianos no deben solamente recoger


limosna para nuestros colegios, sino adaptarse a todos los medios posibles para cooperar a la salvación de sus

hermanos y en particular de la juventud. Por lo tanto manden a los niños al catecismo. Ayuden personalmente a dar

doctrina, preparen a los niños para la comunión y provean los vestidos convenientes; propaguen los buenos libros y 

17

        opónganse resuelta y enérgicamente a la lectura de la prensa irreligiosa e inmoral. Todo esto 

        entra en el programa de los Cooperadores Salesianos. (XV, 500). 

316 El fin de los Cooperadores Salesianos es ayudar en los catecismos, difundir la buena prensa, enviar a los niños a

buenos colegios. (XVI, 413).

317 Los Cooperadores no son solamente para las obras de Don Bosco, sino para hacer el bien a la Iglesia universal,

especialmente a sus respectivas Diócesis, constituyéndose como brazo derecho y ayuda de los Obispos, de sus

Párrocos, bajo la dirección de los salesianos, tanto en sus obras de beneficencia, como con el catecismo, educación

de los niños pobres y similares. (XVII, 25)..

318 Los Cooperadores Salesianos son el instrumento del que se sirve Dios para propagar su mayor gloria y la de su

Santa Madre. (XVII, 149).

DIRECTORES


319


Para que vuestra palabra tenga prestigio y obtenga el efecto deseado, es necesario que el superior en toda


circunstancia destruya su propio YO. (VI, 389).

320 La gloriosa distinción de nuestra congregación debe consistir en nuestra castidad. (XIII, 83).

321 ¡Cuánto se encariña un joven viéndose bien tratado!. Pone su corazón en manos del Superior. (XII, 88).


322


No mandar cosas dañosas a la salud o que impidan el necesario reposo o hagan descuidar otras obligaciones u


órdenes de otro superior. (Manual del Director, XVIII, 89).

323 Al mandar, empléense siempre expresiones y palabras de caridad y de mansedumbre. Las amenazas, la ira y sobre

todo la violencia, estén siempre ausentes de tu hablar y de tus acciones. (Manual del Director, 189).

324 A los maestros que no les falte nada para la comida, para el descanso y para la clase. Ten en cuenta sus fatigas; y si

se enferman o simplemente sienten molestias de salud, reemplázalos prontamente. (VII, 524 -5).

325 Que te amen, que no te teman: al mandar y al corregir, da a entender que deseas el bien, y no tu capricho. Toléralo

todo cuando se trata de impedir el pecado. Que todos tus esfuerzos vayan dirigidos al bien de las almas que se te

han confiado. (VII, 524).

326 Trata con preferencia los asuntos que atañen a los hermanos. (XVII, 266).

327 Exige de los hermanos solamente lo que son capaces de hacer y nada más. (XVII, 260).

328 Cinco normas indispensables para el buen gobierno de la Casa: 1º. Cuenta de conciencia mensual; 2º. Leer cada

semana una parte de las Reglas o una parte de las deliberaciones capitulares. 3º. Distribuir bien las ocupaciones . El

prefecto cuide de la disciplina y de lo necesario para la mesa. 4º. Haya un encargado de la sacristía y del pequeño

clero. 5º. Cada uno dé sus clases lo mejor que pueda. (XII, 124).


329


Los Directores, conozcan bien a sus súbditos y con exactitud, nuestras Constituciones. A éstas deles toda la


autoridad y la importancia suprema que realmente tienen. (XII, 80).

330 El Director tenga ascendiente sobre los jóvenes, y para conseguirlo: 1º. Sea tenido por santo. 2º. Tenga reputación

de docto en cualquiera rama de la ciencia, especialmente en las que interesan a los jóvenes. Si le preguntan y no

sabe responder, diga al joven: ahora no tengo tiempo, mañana te responderé, y es necesario que se instruya en aquel

punto para responder con precisión. 3º. Que los jóvenessepan que son amados. (VI, 302). 

18

331 Dejo esto como testamento a los Directores de las Casas particulares: Si estos avisos son 

        puestos en práctica, muero tranquilo, porque estoy seguro que nuestra Sociedad será cada día

        más floreciente delante de los hombres y bendecida por el Señor, y conseguirá su fin, que es 

        la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas. (Manual del Director, 190).

332 Un superior ha de ser padre, médico, juez, y debe estar dispuesto a soportar y a olvidar. (VII, 508).

333 Procura repartir las ocupaciones de tal modo que nadie esté sobrecargado de responsabilida-

Des, y que cada uno cumpla físicamente aquellos encargos que le fueron encomendados. (Manual del Director,

187).


 

 

 

334


 

Instala cuanto antes la Compañía de la Inmaculada Concepción. Tú serás tan sólo promotor y no director:


considera esto como incumbencia de los chicos... (VII, 526).

335 En la Casa de Don Bosco, ninguno ha de estar a la fuerza. (XIII, 205).

336 La cosa más útil para la Congregación es la observancia de las reglas. (X, 1089).

337 Cuando recibas queja de alguien, aclara primero bien los hechos antes de juzgar. Con frecuencia se te dirán cosas

que parecen vigas, y que no son más que pajuelas. (VII, 524).

338 Evita las demasiadas modificaciones en el alimento y no descanses menos de seis horas por la noche. Esto es

necesario para conservar la salud y promover el bien de las almas. (VII, 524).

339 Preguntarás: ¿Con qué palabras se gana el corazón de los muchachos?. Con las mismas que un día te dijeron a ti.

V.g.: ¿Cómo estás? -Bien-. ¿Y del alma?. -Así, así-. Deberías ayudarme en una gran empresa: ¿me ayudarás?. -Si,

¿pero en qué cosa?-. En hacerte bueno. O bien: a salvar tu alma; o bien: a hacerte el más bueno de nuestros jóvenes.

Con los más disipados: ¿Cuándo vas a comenzar?. -Qué cosa-. A ser mi consuelo, a tener la conducta de Domingo

Savio. Con los más alejados de los Santos Sacramentos: ¿Cuándo quieres que rompamos los cuernos del demonio?.

-¿En qué forma?-. Con una buena confesión. -Cuando usted quiera-. Lo más pronto posible... (Manual del Director,

194).

340 Los aspirantes necesitan al menos dos conferencias especiales cada mes. En ellas trátese de cuánto debe practicar o

evitar un jovencito para poder ser buen cristiano. "El joven cristiano" proporciona los principales argumentos sobre

esta materia. (XVII, 263).

341 Esforcémonos en adaptarnos a nuestro tiempo. Respaldemos a las Autoridades... Procúrese respetarlas y hacerlas

respetar, sosteniéndolas aún a costa de sacrificios. Estos sacrificios serán, con el tiempo y la paciencia,

recompensados por Dios. (XVI, 416).

342 Los Directores, responsables ante el público, hagan todos los esfuerzos, para conservar la moralidad. Los medios

son las Reglas y las deliberaciones, que deben ser observadas primero por ellos, y por sus dependientes. Para esto

es necesario que se conozcan. Por consiguiente, en las dos conferencias mensuales, hágalas conocer. NO SE

REQUIEREN CONFERENCIAS DOCTAS; basta que se lean y después se agregue una breve exhortación y

explicación. (XVI, 416).

343 ¡PREVENIR... NO REPRIMIR!. ¿Qué importa reprimir los desórdenes después de que han ocurrido?. ¡Ya se ha

ofendido a Dios!. (IV, Cap. VII).

344 Es un gran error y trabajo perdido el no cumplir las cosas propuestas y aprobadas en Capítulo. (XVII, 270).

345 Para tratar asuntos de relativa importancia en el Capítulo, propóngase de antemano bien por escrito o verbalmente

los asuntos que se quieran tratar. (XVII, 270).

346Con paciencia estudia el carácter de las personas. O mejor aún: examina bien lo que valen los 19

        hermanos que trabajan dependiendo de ti. (XVII, 260).

347 No permitas que se critiquen las órdenes dadas en familia, ni que se desaprueben las cosas oídas en los sermones y

en las conferencias, o escritos, o impresas en los libros de algún hermano. (XVII, 267).

348 Eviten todos las novedades a excepción de las propuestas en las Conferencias o Capítulos. (XVII, 270).

349 Es indispensable que conozcas el reglamento que cada hermano debe practicar en el cargo que se le ha confiado.

(XVII, 266).

350 Si los motivos de los desórdenes o reproches fuesen públicos, es necesario llamar la atención públicamente. (XVII,

266).

351 En las confidencias, concede el tiempo y la libertad de hacer sus reflexiones y manifestar sus necesidades y sus

intenciones. (XVII, 266).

352 Como a pesar de los sacrificios y de la buena voluntad, algunas veces se deben sostener pleitos y litigios; aconsejo

y recomiendo que se remita la controversia a uno o dos árbitros con plenos poderes, dejando en sus manos la

decisión. (XVII, 268).

353 La exacta observancia de las reglas, y especialmente de la obediencia, es la base del éxito. Si quieres que los

demás te obedezcan, sé obediente a tus superiores. Ninguno es apto para mandar si no es capaz de obedecer.

(Manual del Director, 187).

354 En vez de hacer observaciones sobre lo que hacen los otros, esfuércese cada uno con la mayor solicitud posible por

cumplir los cargos que le fueron encomendados. (XVII, 268).

355 Para que la corrección sea eficaz, no se debe jamás reprender en presencia de otros. (I,153-4).

356 Cuando algún hermano tuviese rivalidades y oposiciones con otros hermanos, es aconsejable que se cambie de

Casa y ocupación. Pero sea siempre amigablemente prevenido de sus defectos y sugiéransele normas para regularse

mejor en el porvenir y evitar los choques. (XVII, 268).

357 Cúmplase puntualmente todos los acuerdos, y vigílese atentamente para que las deliberaciones no resulten nunca

contradictorias. (XVI, 270).


358


Tanto en la Iglesia como en las Conferencias, no se permitan jamás alusiones personales. Los avisos, las


reprensiones, las indirectas hechas públicamente, ofenden y no logran enmienda. (XVII, 266).


 

 

359


 

Trate con frecuencia y con mucha familiaridad a los hermanos, insistiendo en la necesidad de la observancia


uniforme de las Constituciones y en cuanto sea posible, recuerde las palabras textuales de las mismas. (XVII, 267).

360 Sé paternal en las confidencias (cuenta de conciencia). Abre tu corazón a todos, sin que jamás manifiestes rencor a

nadie, sin recordar faltas pasadas, sino da paternalmente avisos o llama al deber a quien fuese negligente. (XVII,

266).


361


Es importante: Cuando un hermano tiene fricciones con las autoridades eclesiásticas de una ciudad, lugar o


Diócesis, el Superior use la debida prudencia y déle otro cargo. (XVII, 268).

362 En el Consejo, concédase a todos amplia libertad de hablar sobre los argumentos, en pro o en contra, como a cada

uno le parezca mejor en la presencia de Dios. (XVII, 270).


363


NO te olvides nunca de tomar la cuenta de conciencia mensualmente en cuanto sea posible; en esta ocasión


recuerda que el Director tiene que ser el amigo, el hermano, el padre de sus subalternos. (XVII, 266).

20

364 Presentándose problemas graves, consúltese con el Superior y aténgase estrictamente a su parecer. (XVII, 269). 

365 La confianza es como una corriente eléctrica entre los alumnos y superiores. Conecta los corazones, manifiesta las

necesidades y descubre los defectos. (XVII, 111).

366 LA habilidad de un Superior no consiste sólo en hacer, sino también en procurar que los otros hagan su parte,

TODOS ESTÉN DE ACUERDO EN AYUDARSE MUTUAMENTE. Estúdiese el modo de disminuir el trabajo,

procurando que haya exactitud en todo. (XVI, 420).


367


Cuando el Director descubra a un joven de costumbres sencillas, de carácter bueno, procure ganar su amistad.


Busque con frecuencia su conversación. Escúchelo de buena gana, encomiéndese a sus oraciones, asegúrele que

reza por él en la Santa Misa, invítelo, por ejemplo a que haga la Santa Comunión en honor de la Sma. Vírgen, o en

sufragio de las almas del Purgatorio, por sus padres, por sus estudios, o cosa parecida. Al terminar sus estudios en

el Colegio, ayúdelo a escoger su vocación y el puesto más ventajoso para su alma y que le sea de

       mayor consuelo en punto de muerte. (XVII, 263).

368 Es cosa sumamente importante y decisivo para la juventud, que jamás se aleje un niño descontento de nosotros. Al

contrario, que se aleje contento, con alguna promesa o una palabra que lo anime a volver a buscarnos con gusto. (I,

153-4).

369 ¡Ah, que desgracia, cuando en una Casa se forman dos bandos!. Son como dos campos, como dos banderas que si

no son contrarias, están al menos divididas. (V, Cap. VII).

370 Quisiera persuadir a todos, o mejor, darles una instrucción a todos sobre el espíritu salesiano que debe animar y

guiar nuestros actos y todas nuestras  conversaciones. El Sistema Preventivo debe ser nuestro sistema propio. Nada

de castigos penosos, ni palabras humillantes, ni reprensiones severas en presencia de los demás. (V, Cap. VII).

371 Siempre hay motivo para dar gracias a Dios, a cuya bondad se debe el bien que se está haciendo entre nosotros.

(IV, 427).

EDUCACIONALES

372 Si queréis triunfar entre vuestros alumnos, no os mostréis nunca resentidos contra ninguno. (XVII, 271).

373 La base de toda educación es cuestión de corazón. (BAC. 35).

374 Los afectos sensibles son espinas terrenales, la simpatía o antipatía apartan al educador de su verdadero fin, lo

hacen vulnerable, lo distraen de su misión e impiden que adquiera méritos para la eternidad. (III, 35).

375 Soporta con paciencia los defectos de los demás, si quieres que te soporten a ti. (P.M. 3).

376 Quien quiere ser amado, ame, quien es amado obtiene todo, especialmente de los jóvenes. (XVII, 111).

377 Procura ser amado, más bien que ser temido. (X, 1041).

378 Si queréis ser obedecidos y respetados, haceos querer bien. (XIII, 826).

379 Las impresiones que más perduran en el corazón de los jóvenes, son las que reciben durante su formación. (X,

1022).

380 De la sana educación de la juventud, depende la felicidad de las naciones. (XII, 700).

381 Recordad que ciencia sin conciencia, es la ruina de nuestra alma. (VIII, 166).

382 No peguéis jamás a ningún niño por ningún motivo. (VI, 391).

21

383 La juventud antes de los doce años no es capaz de hacer ni gran bien, ni gran mal. (IX, 855).

384 La primera felicidad de un niño es saber que es amado. (IV, 455)

385 La educación de un niño debe tener por base la formación de la voluntad. (XV, 78).

386 En los jóvenes, un principio de duda les hace mucho mal. (III, 469).


387


Nunca os expreséis con desprecio de un joven por ningún defecto, mucho menos en presencia de él o de sus


compañeros. Cualquier advertencia, dádsela confidencialmente, en privado y con mucha dulzura. (VII, 508).


388


Enseñad de buena gana el Catecismo; sazonad la clase con ejemplos de caridad hechos por los santos, que


demuestren la misericordia y la justicia de Dios, y ciertamente seréis escuchados con avidez. (IX, 713-4).


 

 

389


 

La afabilidad sea vuestra manera de tratar; ganaos los corazones de los jóvenes por medio del amor: recordad


siempre la máxima de San Francisco de Sales: "Más moscas se cazan con una

         gota de miel que con un barril de vinagre". (IV, Cap. VIII).

390 Las notas características en la clase sean: dulzura, caridad y paciencia. Nada de palabras mordaces, ni bofetones.

Se deben usar castigos suaves, y siempre de tal manera que después de las reprensiones se vuelvan más amigos

nuestros, y no se alejen avergonzados de nuestro lado. (IV, Cap. VII).

391 Convénzanse a los jovencitos de la importancia de la Confesión y Comunión para que la practiquen; compréndanla

ante todo , aquellos que se ocupan de su educación, para poder insinuarla. (VI, 145).

392 Recomendad a los jóvenes la confesión y comunión frecuentes. (Recuerdos a los Primeros Misioneros).


393


Las cosas que ordinariamente faltan en las confesiones de los niños son: dolor de los pecados y el propósito.


Cuando faltan uno u otro de estos requisitos por su ignorancia, aconséjese al niño que se instruya frecuentando las

clases de religión o estudiando el catecismo, si ya es capaz de leer y comprender lo que lee. En caso de duda, si no

se encuentra falta grave, se le puede dar la bendición solamente. (I, 153).


394


Hágase notar, dígase y predíquese siempre que María Auxiliadora ha obtenido y obtendrá siempre gracias


particulares, y aún extraordinaria y milagrosas a los que ayudan cristianamente a la juventud en peligro, con obras,

con consejos, con el buen ejempli o simplemente con su oración. (XVII, 260).


395


Para el buen éxito con los niños, hay que ser amables con ellos. Lograr que os busquen y no os teman.


Demostradles y convencedlos que deseáis la salvación de su alma. Corregid con paciencia y caridad sus defectos.

Sobre todo abstenéos de golpearlos. En fin, haced de modo que cuando os vean, corran a vuestro encuentro y no

que os huyan. (IV, Cap. VII).

396 Sed los primeros en encontraros en la clase y los últimos en salir de ella. (IV, Cap.VII).

397 Hazte amar primero y después te obedecerán con suma facilidad. (I, 153.4).

398 Si queréis conquistar estas ovejitas, no las trates a golpes, sino gánatelas con dulzura y con afecto. (Sueño - I, 425).

399 ¿Por qué  hemos de desanimarnos y avergonzarnos cuando en la educación de los niños no nos vemos

inmediatamente correspondidos?. Sembremos e imitemos al campesino que espera con paciencia el tiempo de la

cosecha. (IV, Cap.VII).

400 Es necesario que el Señor tome posesión del corazón de los niños, mucho antes de que sean dominados por el

vicio. (IV, 385). 

22

401 Más vale un poco de rumor (alboroto), que un silencio forzado. (V, 845).


402


Para lograr disciplina entre los jóvenes, no sirven ni la ira ni los ímpetus momentáneos; se requiere una gran


paciencia, o sea, constancia, perseverancia y sacrificio. (XII, 475).

403 Teniendo el esquema de la predicación bien preparado, todo está hecho; las palabras las darán las circunstancias.

El exordio tómese de cualquier acontecimiento de lugar, de tiempo o de ocasión. Son de máxima utilidad las

comparaciones, las parábolas y los ejemplos. (II, 230).

404 No consideres como amigo al que siempre te alaba y no tiene valor para decirte tus defectos. (P.M.4).

405 Son semillero de buenas costumbres entre los alumnos: la precisión en el horario y la puntualidad de todos en su

propio cargo. (XIII, 247).

406 Si se puede hágase algún servicio, y dése también algún subsidio siempre en los límites 

        aconsejados y permitidos por el Superior respectivo. (XVII, 269).


407


Cuando se sepa que en la Casa haya sucedido algo reprobable, especialmente contra la Ley de Dios, debe


respetuosamente comunicarlo al Superior. Él sabrá usar la debida prudencia a fin de evitar o impedir un mal mayor.

(XVII, 268).

EJERCICIOS

408 Los ejercicios espirituales son la mejor ocasión para romper ciertas relaciones malsanas. (XII, 55).


409

326).


Es una gran fortuna hacer los ejercicios espirituales, porque es la oportunidad para asegurarse el Paraíso. (XII,


410 El silencio es uno de los principales requisitos para hacer debidamente y con fruto, los Santos Ejercicios. (XI,

235).

411 Durante los ejercicios es importante tratar el problema de la vocación. (XIII, 399-400).

412 Dios suele conceder gracias extraordinarias durante los ejercicios espirituales. (IX, 994).

413 Los ejercicios espirituales son el tiempo más propicio durante el cual el Señor suele comunicar sus luces y gracias

especiales. (XI, 234).

414 Cada uno considérese, como si estuviera solo haciendo los ejercicios espirituales, y piense que los hace por última

vez. (XII, 444).

415 El silencio es el fundamento del buen éxito de los santos ejercicios espirituales. (XIII, 446).


 

 

416 El poder hacer los ejercicios espirituales es una gracia extraordinaria; por lo tanto hay que hacerlos bien, y para

hacerlos bien, hay que poner en práctica lo que se expone en los sermones y en las lecturas. (XIII, 753).

417 Dios tiene preparadas gracias especiales para cada uno de los días de los ejercicios espirituales. (XVI, 603).

418 Durante los ejercicios espirituales se suelen poner en orden todos los problemas de la conciencia. (XIII, 419).

419 En los ejercicios espirituales se examina qué cosa se ha hecho en el año que ha transcurrido, para dar cuenta a

Dios, preparar las cosas mejor para el año entrante, y hacer propósitos para corregir las negligencias pasadas. (XII,

445).

FE Y ESPERANZA

420 Estando junto a la cruz, venceremos a nuestros enemigos. (BAC. 603). 

23

421 El sostén de nuestra paciencia es la esperanza en el premio futuro. (XII, 458). 

422 Si verdaderamente escucháis a Dios y os acercáis a Él, os dará el ciento por uno. (BAC. 587).


423

676).


Es imposible no vencer las tentaciones acudiendo en tales peligros a la presencia de Dios Nuestro señor. (BAC.


424 Una impresión funesta, recibida en la edad tierna, debida a una conversación imp rudente, puede traer como fatal

consecuencia la pérdida de fe y de buenas costumbres. (III, 314).

425 Nada te turbe, quien tiene a Dios, lo tiene todo. (IV, 516).

426 ¡Ánimo!. La misericordia de Dios es infinita. (VII, 401).

427 Como profesión pública de fe, hágase la Señal de la Cruz con devoción y respeto. (III, 588).

428 Para vencer en las pruebas más duras se requiere mucha fe en Dios. (VII, 319).

429 La fe, para ser viva y fructífera, debe ser siempre iluminada y guiada por el vicario de

        Jesucristo. (IX, 228).

430 Fe y oración, he aquí el mejor arma, y nuestro apoyo. (XV, 805).

431 Dios no abandona jamás a ninguno. (V, 160).

432 Cueste lo que costare, Dios nunca será demasiado caro. (XIII, 393).

433 La ayuda de Dios nunca falla, si se trabaja de veras con fe y confianza. (XIV, 650).

434 ¿Los tiempos son difíciles?. Siempre fueron así, pero Dios nunca dejó de prestar su ayuda. "Christus heri et hodie".

(Salotti, 515).


435


Cuando os encontréis en peligro o en suma pobreza, alzad los ojos al cielo. Dios acudirá a vuestra humilde


oración. (La Casa de la Fortuna, Acto I, escena II).

436 Dios es bueno, Dios es omnipotente; si permite tribulaciones, es para sacar mayor bien y mostrar su misericordia y

poder. (VII, 461).

437 No importa lo que haga Satanás, ahora es su tiempo; pero vendrá tamb ién el momento de la victoria. (VII, 73).

438 Si hubiese tenido cien veces más fe de la que tengo, hubiera hecho cien veces más de lo que hice. (XVIII, 587).


439


Sin el aliento de la fe, todos los imperios caen, las naciones se desmoronan y las obras que el homb re hace, no


sirven para nada. (VIII, 67).

440 Es más cristiano encender una cerilla, que maldecir las tinieblas. (BAC. 10).

441 Portáos de tal manera que mañana no tengáis que avergonzaros. (VII, 424).

ESTUDIO

442 Estudio, trabajo, oración: he aquí tu lema que te conservará bueno. (IX,

443 La finalidad de sus estudios era: hacerse digno de su vocación y

para la instrucción de la juventud. (I, 4).

444 Quien no tiene temor de Dios, deje los estudios porque trabaja de balde.

445 En la ciencia natural se encuentra la ciencia sobrenatural; la virtud

hallar el modo de ponerla en práctica. (VI, 363).

446 Medios para salir bien en los estudios: primero, temor de Dios; segundo, 

         no perder nunca ni un minuto de tiempo, frenar la fantasía; tercero, 

24

 

        habituarse a no seguir adelante, mientras no se haya entendido bien lo

cuarto, 

        vencer la dificultad que se encuentra en el estudio de los autores; quinto,  acordarse y recurrir 

        a Jesús y a María con cualquier jaculatoria, este es el medio más eficaz; sexto, ocuparse 

        exclusivamente en lo que se refiere al estudio; séptimo, recurrir siempre a la protección de 

        María. (VII, 817-25-57).


 

 

 

 

 

160).

habilitarse

 

(IV, 746).

consiste        en

 

 

 

 

 

que antecede;


 

 

447


 

La noche se hizo para descansar. Excepto en casos de urgencia, después de cenar, no se hagan trabajos


intelectuales. (I, 318).

448 La moralidad es el lazo que une la santidad y el estudio, y que es al mismo tiempo su fundamento.

HUMILDAD

449 Haced todo el bien que esté a vuestro alcance, pero sin ostentación; la violeta aunque esté escondida, se descubre

por su fragancia. (XVIII, 860).

450 Sé siempre agradecido q quien te dé avisos. (XI, 17).

451 La falta de humildad es siempre perjudicial para la unidad de un colegio; por el amor propio de un superior éste

caerá en ruinas. (VI, 389).

452 Si poseemos las ciencias sin la humildad, no seremos nunca hijos de Dios, antes bien, hijos de aquél que es padre

de la soberbia: el demonio. (III, 614).

453 Aunque no digas siempre todo lo que sepas, da a entender bien lo que dices. (III, 614).


454


Sobre Dios piensa según te dicte la fe; de tu prójimo, según te inspire la caridad, de ti, con humildad. De Dios


habla siempre con veneración; del prójimo, como quisieras que hablaran de ti; de tu persona, habla con humildad o

mejor calla. (III, 614).

455 La falta de modestia en el hablar, indica falta de criterio. (III, 615).

456 Habla poco de los demás, y menos de ti mismo. (III, 617).

457 Más bien que disculparte de tus defectos, procura enmendarte de ellos. (III, 617).

458 La virtud que se debe inculcar de una manera particular a los estudiantes, es la humildad; porque un estudiante

soberbio es un pobre ignorante. (IV, 747).

459 A las almas santas, es mucho más penoso, revelar los dones con que Dios les ha favorecido, que hablar de sus

propios defectos. (V, 209).

460 El amable y humilde, será siempre querido de todos, de Dios y de los hombres. (VI, 102).

461 La gracia de Dios triunfa siempre donde encuentra una humilde obediencia. (VIII, 174).

462 Si buscamos nuestra propia gloria, vendrá el descontento, la división y el desorden. (VI, 375).

463 NO soy nada más que lo que valgo delante de Dios. (VII, 375).

464 Por la paz en casa, hazte humilde y tolerante. (VII, 509).

465 No te ensoberbezcas jamás por lo que sepas. Cuanto más sabe uno, más se convence, que es un ignorante. (VII,

581).


466


Todo individuo en casa no sea sino un instrumento que trabaja según los planes de Dios, sin ninguna otra


esperanza en la tierra. (VII, 795).

467 Una persona de talento mediocre, pero virtuoso y humilde, hace mucho más bien que un sabio soberbio. (VIII,

931).

468No te fíes mucho de tus propias fuerzas; puedes caer como San Pedro. (X, 9). 

25

469 Ninguno se gloríe de aquello que sabe y de lo que hace; cada uno haga lo que pueda sin ostentación. (XI, 394). 

470 Haced lo que podáis, Dios hará lo que nosotros no podemos hacer. Confiad siempre en Jesús

        Sacramentado y María Auxiliadora y veréis lo que son milagros. (XI, 395).

471 La pureza es el premio de la humildad. (XII, .


472


Cuando en cualquier circunstancia se refieren a nuestra pobre persona como humilde instrumento del Señor que


quiere servirse de nosotros, diremos siempre: por la gracia de Dios se ha hecho esto y por lo tanto, sólo a Él todo

honor y gloria. (XII, 512).


473


Recordad siempre que Don Bosco no fue otra cosa que un mísero instrumento en las manos de un artista


habilísimo y Omnipotente, que es Dios; por lo tanto a Dios todo honor y gloria. (XVI, 290).

474 Yo creo, que si el Señor hubiese encontrado un instrumento más vil y más débil que yo, se hubiese servido de él

para cumplir sus obras. (XVIII, 587).

 

INFIERNO

475Si no puedes soportar una chispa de fuego en la mano, la ligera llama de una vela, ¿Cómo podrás sufrir aquellas

llamas por toda la eternidad?. (BAC. 693).

476 El mayor tormento de los condenados en el infierno es, el pensar que han perdido el cielo por haber pasado en la

ociosidad la mayor parte del tiempo, que Dios les había dado para salvarse. (BAC. 681).

477 El sacerdote nunca va solo, ni al cielo ni al infierno. (Lemoyne, 101).

478 Uno de los más graves errores de la pedagogía moderna es, no querer hablar de las máximas eternas, sobre todo de

la muerte y del infierno. (II, 214).


 

 

479


 

Los que se dejan vencer por las pasiones, sorprendidos por la muerte y sepultados entre las llamas eternas del


infierno, gemirán desesperados: ¡insensatos de nosotros, nos equivocamos!. (II, 363).

480 Son más numerosos los condenados que se confesaban, porque aún los malos, alguna que otra vez se arrepienten,

pero son en mayor número los que no se confiesan bien. (VI, 903).

481 Las causas principales de tantas condenaciones, son: malas compañías, malos libros y costumbres perversas. (IX,

182).


482


La causa por la cual la mayoría de la gente se condena, es la falta del firme propósito de enmienda en sus


confesiones. (X, 56).

 

JUVENTUD

483 La salvación del alma depende ordinariamente de la juventud. (BAC. 669).

484 Si tus padres u otras personas de autoridad, quisiesen desviarte del camino a que Dios te llama, recuerda, que antes

se debe obedecer a Dios que a los hombres. (BAC. 680).

485 El lazo principal que el demonio tiende a la juventud, es el ocio, origen funesto de todos los vicios. (BAC. 681).

486 Mis queridos jóvenes, no os recomiendo penitencia, ni disciplinas, sino Trabajo, Trabajo, Trabajo. (IV, 216). 

26


487


El que lleva mala vida en su juventud, continúa generalmente así hasta la


muerte, yendo


a parar inevitablemente en el infierno. (BAC. 669).

488 Hay tres clases de compañeros: unos buenos, otros malos, y otros, en fin, que

uno ni lo otro. Debéis procurar la amistad de los primeros; ganaréis mucho

completamen-

        te de los segundos; en cuanto a los últimos, tratadlos cuando os sea necesa-

        rio, evitando toda familiaridad. (BAC. 682).

489 El alma juvenil es su período de formación necesita experimentar la influencia

dulzura que puede darle la comprensión sacerdotal. (XVI, 169).


no son ni lo

huyendo

 

 

 

benéfica,       la


490 No pienses que vives en este mundo para divertirte, enriquecerte, comer, beber

como los animales privados de razón; pues el fin para el que has sido creado, es


y


dormir,

infinitamente


más noble y más sublime, esto es: para amar y servir a Dios en esta vida y así

(BAC. 686).

491 El más valioso sostén de la juventud es el Sacramento de la Comunión y la Confesión. (XI, 145).


salvar tu alma.


492 Créanmelo, quien es devoto del Santísimo Sacramento, es decir, que va con frecuencia a hacer santas comuniones

y visitas a Jesús en el Tabernáculo, ése tiene una prenda segura de su eterna salvación. 

493 La juventud dejada a su suerte, si no encuentra comprensión a su debido tiempo, será azote para la sociedad, e irá a

llenar las cárceles. (XIII, 184).

494 En la comunión frecuente se encuentra luz, fuerza y santidad. (XVI, 182).

495 Los hábitos adquiridos en la juventud, por lo general, duran toda la vida. (III, 607).

496 Es muy difícil arrancar un vicio que se haya adquirido en la juventud. (XII, 585).

497 Cuando oigáis algún sermón, tratad de recordarlo durante el día; y en la noche, antes de acostaros, detenéos un

instante a reflexionar sobre lo que habéis oído. De esa manera sacaréis gran provecho para vuestra alma. (BAC.

673).

498 Los consejos de tus superiores sean reglas de tus acciones. (IX, 35).

499 La familiaridad con malos compañeros os expone a graves peligros. (II, 395).

500 Se llama mal compañero, aquel que de alguna forma os da ocasión de ofender a Dios. (XIII, 800).

501 El arma más peligrosa que utiliza el demonio en contra de las personas consagradas al Señor, es la juventud. (IX,

922).

502 Un joven perezoso, indisciplinado, será un joven desgraciado. (VII, 599).

503 Los jovencitos son la delicia de Jesús y María. (XVIII, 862).

504 Si comenzáis a ser buenos desde la infancia, lo seréis mientras viváis en el mundo. (BAC. 669).

505 Los niños son como un precioso depósito que Dios nos ha confiado. (XI, 390).

506 Antes de los doce años no hay niños malos, después de los dieciocho, ya es muy difícil reformarlos de sus vicios.

(IV, 736).

507 He consagrado mi vida a la juventud, porque de su educación depende la felicidad de una nación. (XII, 700). 

508Temor de Dios y frecuencia de Sacramentos: he aquí lo que obra milagros entre la juventud. 

        (XI, 221).

27

LECTURA


 

 

509 No leáis cualquier clase de libros, escoged los convenientes a vuestra edad, dejad los que pueden ser peligrosos

para vuestra salud moral. (XII, 149).

510 No leáis libros de cuya moralidad no estéis seguros, sin antes consultar a quien os pueda dar un justo criterio. (XII,

149).

511 Si estima vuestra fe, si apreciáis la salud del alma, no leáis ningún libro, si antes no fuera aprobado por el confesor

o por otra persona conocida y de acrisolada piedad, observad esto bien. (VII, 292).

512 El veneno es menos dañino para la juventud que los libros malos. En nuestros días, son más peligrosos aún porque

abundan los disfrazados de religiosidad. (VII, 292).

513 Huid de las lecturas malsanas como de la peste. (III, 176).

514 ¡Si supierais qué semilla tan funesta dejan las malas lecturas en el corazón de la juventud!. (V, 373).

515 Para conservar la pureza, guardáos de toda clase de lecturas malas; también de las indiferentes, pues pueden ser de

peligro para vuestra alma. (VI, .

516 Para leer es preciso tener las siguientes normas: primero, no se lean otros libros hasta que no hayan cumplido los

deberes de escuela; segundo, no se lea nada antes de haber consultado al propio maestro o a otras personas capaces,

para no perder tiempo en leer libros inútiles o reprobables. (VII, 828).


517


Jamás leáis un libro, de cuya bondad no estéis seguros, sin solicitar opinión de quien pueda dar un criterio


adecuado. (XII, 149).


518


La primera impresión que recibe la mente vírgen y tierna de la juventud, dura toda la vida; por eso, los libros


inconvenientes son la causa principal de su ruina. (XVII, 197).


519


Para lograr que nuestras publicaciones sirvan de antídoto contra los malos libros, os ruego y suplico, que améis


vosotros mismos las publicaciones de vuestros hermanos, alejándoos de todo sentimiento de envidia y desprecio.

(Circular, Nov. de 1884).

LIMOSNAS

520 Quien da limosna para salvar almas, tendrá por recompensa salud y vida larga. (XVIII, 470).


521


Para conseguir limosnas, es preciso que el pueblo comprenda que aún para conseguir ventajas temporales del


Señor, le conviene contribuir; y por el contrario, la avaricia para con las obras de Dios, puede atraer la maldición

del cielo. (IV, 289)

522 Dios es infinitamente rico y de una generosidad sin límites. (XIII, 109).

523 Tened fe, rogad mucho, pero acompañad vuestras peticiones con alguna obra de caridad. (X, 92).

524 Dad y se os dará -dijo el Señor-, y no: prometed y se os dará. Por eso adelantad vuestras obras, para obligar a Dios

a ayudaros.

525 El dinero es la llave que sirve para dos cerraduras: nos abre el cielo o nos abre el infierno. (XV, 519).

526 Quien no es generoso con Dios, fácilmente se olvida del Señor. (VI, 329).

527       Quien no sea generoso con Dios, pocas esperanzas podrá abrigar para conseguir gracias extraordinarias. (XVIII,

30). 

28

528 Para dar limosna no es necesario ser rico. (VI, 223).

529 No son los ricos los que hacen un bien dándonos limosna, sino somos nosotros los que les hacemos un favor a

ellos brindándoles ocasión para ganar méritos. (X, 1129). 


530


El buen Dios premiará con el Paraíso a los que dan su vida por las almas e igualmente a los que ayudan a los


misioneros. (XII, 316).

531 En la persona de los pobres y sobre todo de los más abandonados, debemos ver representado al Salvador. Por lo

mismo no son los niños pobres los que demandan vuestra caridad, sino es el mismo Jesús, en la persona de sus

pobres. (XIII, 109).

532 El Evangelio no dice: "Dejad lo superfluo a los pobres después de vuestra muerte", sino: "Dad lo superfluo a los

pobres en vida". (XIV, 258).


533


Algunos se imaginan que dar limosna es un consejo y no un precepto; por lo tanto no se cuidan de sus


obligaciones; pero están en un error fatal, pues, quien no hace obras buenas en este mundo arrastra consigo otras

almas a la perdición, como lo hemos visto en la parábola del rico Epulón. (XIV, 546).

534 Dios hizo al pobre para que gane el cielo con su paciencia y resignación; pero hizo al rico, para que se salve

mediante la caridad y la limosna. (XV, 518).


535


Algunos creen que hacen bastante, dando alguna que otra limosna, brindando rara vez algún socorro con


ostentación. Están en un error. Jesús manda dar limosna: "¡Lo superfluo, dadlo a los pobres!". (XV, 518).

536 He vivido entre pobres y tuve que visitar a ricos. En general he visto que dan poca limosna, y muchos señores no

hacen buen uso de sus riquezas. (XV, 527).

537 Para dar gracias al Señor conviene acompañar nuestras preces, además de las palabras de agradecimiento, con

alguna limosna. (XVI, 121).


 

 

538 Las manos de los pobres llevan nuestras limosnas al Cielo. Dar a los pobres nuestro óbolo, es como depositarlo en

las mismas manos de Jesucristo. (XVII, 70).

539 Si queréis obtener con más facilidad cualquier gracia, haced primero vosotros la gracia, o sea, dad vosotros alguna

limosna, antes que Dios y la Vírgen os concedan el favor deseado. (XVIII, 509).

MALAS COMPAÑÍAS


540


Cuando os encontréis con un compañero que profiere blasfemias, desprecia la religión o procura alejaros del


servicio de Dios, o es malhablado o inmodesto, huid de él como de la peste. (BAC. 678).

541 Tanto los malos consejeros como los mal aconsejados, corren un peligro inminente de su gran ruina. (IX, 34).

542 Huid de un mal compañero como de la vista de una serpiente venenosa. (BAC. 682).

543 Para vivir como buen católico, debe alejarse de los que hablan mal de la religión. (III, 608).

544 Hay que vivir con tal rectitud que haya siempre motivos para que hablen bien de nosotros. (VII, 252).

545 Por malos compañeros se entienden: 1º. Aquellos que hablan cosas deshonestas o hacen cosas contrarias a la bella

virtud; 2º. Los que hablan con desprecio de la religión; 3º los que se alejan de las funciones religiosas y os invitan a

faltar a vuestros deberes. (III, 608).

546 Se llama mal compañero aquel que de alguna manera ocasiona la ofensa a Dios. (XIII, 800). 

29

MARIANAS


547


La devoción y el amor a María Santísima es una gran protección y un arma poderosa contra las asechanzas del


demonio. (BAC. 679).


548 Aún cuando María os obtuviera muchas gracias, de nada os servirían, si no

os consiguiera la de no caer en pecado mortal. (BAC. 677).

549 Estad seguros de que cuanto más puras sean vuestras miradas y palabras,

tanto más agradaréis a la Vírgen María y mayores gracias os obtendrá Ella de

su divino Hijo y Redentor nuestro. (BAC. 678).

550 Si queréis, amados jovencitos, ser los verdaderos amigos de Jesús y María,

debéis no tan sólo huir de los escandalosos, sino esforzaros con el buen

ejemplo a reparar el gran mal que éstos hacen a las almas. (BAC. 685).

551 Si María favorece tanto a este miserable cuerpo, ¿cuántos favores no

concederá a las almas que la invocan?. (M.B. 70).

552 Si todos los hombres fuesen verdaderamente devotos de María, qué felicidad

habría en este mundo. (M.B.77).

553 Con la frecuente comunión, vosotros mereceréis ser muy queridos de Dios y

de los hombres; y María Santísima os concederá la gracia de no morir sin los

Santos Sacramentos al fin de la vida. (XVII, 271-2).


554 Humildad, obediencia y castidad os harán gratos a María Santísima. (VIII, 131).

555 En todos los peligros invocad a María, y os aseguro que seréis librados. (VII, 360).

556 Es casi imposible llegar a Jesús, si no es por medio de María. (VII, 677).

557 María quiere la realidad, no las apariencias. (VIII, 130).

558 Nuestra Madre, concede grandes favores a los que hacen bien su novena. (XII, 572).

559 Seamos devotos, sobre todo, de María Santísima; invoquémosla de corazón y Ella nos protegerá. (XII, 610).

560 Desgraciadamente peregrinamos aún por este valle de lágrimas y estamos lejos de la patria celeste y de nuestra

querida Madre; sin embargo confiemos en Ella, invoquemos a María, con toda piedad, que es toda bondad para con

nosotros. (I, 11112).

561 Asistir con devoción a la Santa Misa, visitar a Jesús Sacramentado, recibir la Comunión Sacramental o al menos

hacerla espiritual, son prácticas de sumo agrado a María y un conducto eficaz para obtener gracias especiales.

(XVII, 261).

562 A nuestra Congregación la conduce Dios y la protege María Santísima. (XVIII, 531).

563 Propagad constantemente la devoción a María Santísima Auxiliadora y a Jesús Sacramentado. (Recuerdos a los

primeros misioneros).


564


(Recomendación de Don Bosco moribundo). CUANDO HABLÉIS O PREDIQUÉIS, INSISTID SOBRE LA


DEVOCIÓN A MARÍA SANTÍSIMA. (XVIII, 532).

565 Vosotros ni remotamente podéis daros cuenta qué privilegio tan grande es haber ingresado en el Oratorio. En

nombre de Dios os aseguro: Basta que un joven entre en una Casa Salesiana, 30

         para que la Vírgen Santísima lo tome inmediatamente bajo su protección especial. (V, Cap. 

         VII).


 

 

566 La Santísima Vírgen María continuará protegiendo nuestra Congregación y las obras salesianas, si seguimos

poniendo toda nuestra confianza en Ella, y nos esforzamos en propagar su culto. (VII, 260).


567


Publíquese, dígase y predíquese por todos los medios, que María Auxiliadora ha obtenido y obtendrá gracias


particulares y aún extraordinarias y milagrosas, a los que ayudan cristianamente a la juventud en peligro, con obras,

consejos, con el buen ejemplo o simplemente con la oración. (XVII, 260).

568 La fiesta de la Santísima Vírgen y más aún, sus solemnidades, sus novenas, sus triduos, el mes a Ella consagrado,

sean siempre fervorosamente inculcados en público y en privado; con folletos, con libros, con medallas, con

imágenes, con publicar o simplemente contar gracias y bendiciones que nuestra celeste Bienhechora concede a cada

instante a la humanidad doliente. (XVII, 261).


569


En charlas particulares gánense las confidencias indistintamente de todos los alumnos; evítense las amistades


particulares y la parcialidad entre los alumnos; cuando ocurran solemnidades o simplemente fiestas en honor de la

Vírgen, no se deje pasar la oportunidad sin anunciarlo. (VII, 525).

570 La Vírgen Santísima nos consiga de su Divino Hijo, días de paz y acierto, a fin de poder amar y servir a Dios en la

tierra y gozar un día la bienaventuranza en el cielo. (VI, 550).

571 (Don Bosco al fin de su vida). Recomendad la frecuente comunión y la devoción a María Santísima Auxiliadora.

(XVIII, 502-533).

572 Para obtener una gracia especial, la jaculatoria más eficaz es ésta: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". (XIII,

410).


573


En el cielo nos quedaremos gratamente sorprendidos al conocer todo lo que María Auxiliadora ha hecho por


nosotros en la tierra. (XV, 390).

MISA


574


Desde por la mañana al oír la Misa, ofreced a Dios las ocupaciones del día y en particular las confesiones, las


clases, los catecismos y los sermones. (Recuerdos a los primeros cristianos).

575 Póngase en práctica el consejo del Concilio de Trento: Cada vez que asistimos a la Santa Misa, procuremos estar

en tal estado, que nos permita acercarnos a la santa Comunión, para que de esta manera participemos más del fruto

de este augusto Sacrificio. (VI, 1071).

576 Tened gran empeño en asistir bien a la Santa Misa, y cada uno propóngase promover la devota participación a ella.

La Santa Misa es el mejor medio para aplacar la ira de Dios y alejar de nosotros sus castigos. (VI, 1071).

577 Incúlquese con constancia a los jóvenes, que aprendan bien las palabras rituales de la Santa Misa y las pronuncien

devotamente para no caer en el defecto de decirlas rutinariamente y con precipitación. (VII, 87).

578 El tiempo más propicio para implorar gracias del Señor es la elevación de la Hostia y del Cáliz en la Santa Misa.

579 La comunión frecuente y la Misa cotidiana son las columnas que deben sostener un edificio educativo. (III, 355).

31

580 De ser posible asístase todos los días a la Santa Misa, recordando aquellas palabras de San Agustín: Que no morirá

de mala muerte, quien asista devotamente y con asiduidad a la Santa Misa. (IV, 454).

581 La manera más fructuosa de participar en la Santa Misa consiste en dividirla en tres letras "P"; Una "P" roja, otra

"P" negra y la tercera "P" blanca: La "P" roja significa la Pasión de Nuestro Señor, que se medita hasta la

elevación; la "P" negra significa nuestros pecados que fueron causantes de la Pasión del Salvador, y que se ofrece

hasta el momento de la Comunión; la "P" blanca simboliza nuestros propósitos de enmienda. ("Buenas noches" de

Don Bosco).

582 La Santa Misa impide cualquier triunfo del demonio. (X, 47).

MISIONEROS

583 Buscad almas, no dinero, ni dignidades. (Recuerdos a los primeros misioneros).

584 Amad, venerad y respetad a las demás ordenes Religiosas y hablad siempre bien de ellas. Este es el medio de

ganaros la estima de todos y promover el bien de la Congregación. (Recuerdos a los primeros misioneros).

585 Para triunfar en las misiones se requieren: muchas oraciones, mucho sacrificio y mucho tiempo; el tiempo depende

de Dios, el trabajo del misionero, pero las plegarias las debemos suministrar nosotros. (XVI, 195).

586 Al escoger entre los que deben ir a las misiones, hay que preferir siempre a los que son más seguros en la bella

virtud. (XIII, 499).

587 Si buscáis únicamente a Jesús y su cruz, si deseas verdaderamente sufrir por Él, ve a las misiones. (XVIII, 259).

588 Los misioneros abandonan la patria, los parientes y los amigos y sacrifican sus comodidades y su reposo, para

hacerse apóstoles del Señor, benefactores y salvadores de aquellas gentes que todavía viven en la ignorancia y en la

barbarie. (XVIII, 786).

589 Los que desean verdaderamente gracias especiales de María Auxiliadora, que ayuden a las Misiones y tengan la

seguridad de que las obtendrán. (XVIII, 477).

590 Una de las obras más dignas de encomio y de apoyo es la obra de las misiones entre la gente pagana. (XVIII, 785).


 

 

MUERTE

591 Trabajemos como si nunca tuviéramos que morir, y vivamos como si tuviésemos que desaparecer a cada instante.

(VII, 484).

592 Nunca he oído que alguno haya estado contento a la hora de la muerte, del mal que hubiera cometido. (VII, 674).

593 A la hora de la muerte te arrepentirás de haber perdido tanto tiempo, sin ningún provecho para tu alma. (XI, 442).

594 Estad preparados y no confiéis en vuestra salud. (XVIII, 19).

595 Los asuntos del alma se arreglan con tiempo. ¿Quién sabe si te llegue a faltar?. (P.M. 17).

596 La muerte no espera a ninguno. (IX, 567).

597 Como es la vida, tal es la muerte. (IX, 567).

598 En el momento de la muerte se debe haber obrado y no pretender obrar entonces. (XI, 256). 

32

599 En el momento de la muerte recogeremos cuanto hayamos sembrado durante la vida. (IX, 807).

600 El que quiera pasar bien su último instante en este mundo, viva cristianamente bien. (XI, 322).

601 Solamente aquellos que se comportan mal y no se acercan nunca o raramente a los Sacramentos, tienen que temer

a la muerte. (XII, 247).

602 Hay que hacer todas las cosas de tal manera que en cualquier momento que nos llegue la muerte nos encuentre

preparados. (XII, 608).


603


Quien bien obra en la vida, se encontrará tranquilo a la hora de la muerte. Como es la vida, así es la muerte.


(XVIII, 864).

604 Si tuvieses que morir en este momento, ¿a dónde irías?. (BAC. 693).

605 Los que piensan poco en la muerte, cuando se acerca, tiemblan y sienten miedo. (II, 360).

606 Pensad al acostaros, si la muerte os sorprendiere durante esa noche, ¿qué sería de vuestra alma?. (II, 360).

607 A la hora de la muerte las cosas se juzgan de muy diverso punto de vista. (IV, 163).

608 En presencia de la muerte cesan las risas. (XVII, 178).


609


En el momento de la muerte, lo que más consuela es el bien que hubiéramos hecho y las demás cosas sólo nos


causarán angustias. (XII, 426).

610 ¿Excusas?. ¿Habrá argumentos para tranquilizarte a la hora de la muerte?. (P.M. 46).

611 La muerte viene como ladrón. Inesperadamente. Luego, ¿estás preparado para la gran sorpresa?. (P.M.47).

612 Para decidir sobre la vocación es aconsejable imaginarse el momento de la muerte; ahí se ve lo que es realidad y lo

que es vanidad. (XI, 509).

613 Las mejores decisiones se toman poniéndose en el momento de la muerte. (XI, 247).

614 La muerte para los buenos cristianos no es separación, sino ausencia temporal, para volverse a encontrar luego; así

que, paciencia, si alguien nos precede. (XVII, 874).

615 No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, porque quien sabe si mañana ya no tengas tiempo. (IV, 439).

616 El ejercicio de la buena muerte consiste principalmente en hacer la confesión y comunión como si fueses la última

de nuestra vida. (XI, 464).

617 Si el Oratorio va bien, debo atribuirlo especialmente al ejercicio de la buena muerte. (IV, 684).

618 El ejercicio de la buena muerte y la frecuente comunión, son la clave de todo. (XV, 28).


619


Observad las Reglas. No dejéis jamás de hacer el Ejercicio mensual de la Buena Muerte. (Recuerdos a los


primeros misioneros).

620Además de las Reglas, obsérvese especialmente las prácticas de piedad e entre éstas, como recuerdo especial, deseo

se haga bien el Ejercicio de la Buena Muerte. Os aseguro que siguiendo bien este ejercicio mensual, se puede estar

tranquilo de la salvación del alma y tener la certeza de que está en el verdadero camino de salvación. (XII, 471).

621 Bienaventurado quien a la hora de la muerte tiene el consuelo de haber hecho buenas obras en la vida. (III, 18).

622 Hay dos posibilidades para el hombre después de su muerte: el infierno, donde se sufren toda 33

 

         clase de males, y el Paraíso, donde se gozan todos los bienes. (BAC. 669).

623 Los tres enemigos del hombre son: la muerte (que lo sorprende); el tiempo (que huye); y el demonio que lo tienta

con sus lazos. (V, 926).

624 Amigo mío, todo se paga y se consigue con el dinero, menos alejar la muerte que no se puede sobornar. (VIII, 36).

625 Ruega al ángel de la guarda, que te venga a consolar y a asistir en la hora de tu muerte. (II, 264).

OBEDIENCIA

626 No digáis nunca: "esto le corresponde a otro y no a mí". (BAC. 608).

627 En vez de hacer obras de penitencia, hacedlas de obediencia. (XIII, 89).


 

 

628 Es más grato a Dios tomar una bebida deliciosa por obediencia, que ayunar contra la obediencia. (XVII, 394).

629 En la práctica se encuentran casos en que al parecer sería mejor obrar diversamente de cuanto está establecido y

mandado. Sin embargo no es así. Lo mejor es cumplir con la obediencia. (XVI, 895).


630


El medio más fácil y rápido para hacernos santos, es reconocer la voluntad de Dios, en lo que nos mandan los


superiores y en verla también en todos los acontecimientos de la vida. (VII, 249).

631 Proponte seguir la voluntad de Dios, suceda lo que sucediere, aunque los mundanos desaprueben tal

determinación. (BAC. 680).

632 Lo que hacen las abejas por instinto, hacedlo vosotros por obediencia. (BAC. 602).

633 El niño obediente puede llegar a ser santo. (BAC. 671).

634 Si tenéis la suerte de pertenecer a alguna Congregación o Compañía, procurad cumplir con su Reglamento. (BAC.

678).

635 Estad dispuestos siempre a hacer la voluntad de Dios. (VI, 114).

636 La clave del buen ejemplo es la obediencia. (X, 272).

637 Cuando veáis que un autor escribe mal del Papa, sabed que su libro no debe leerse. (VII, 220)

638 La obediencia bien observada es el alma de las congregaciones religiosas. (XII, 459).

639 Con la obediencia y el cumplimiento de vuestros deberes, especialmente de los que enseña la religión, os reportáis

grandes beneficios. (La Casa de la Fortuna, Acto II, escena III).

640 No mandes cosas superiores a las fuerzas de los subalternos, o si prevees que no vas a ser obedecido. Evita la

obediencia repugnante: secunda las inclinaciones de cada uno encomendándole de preferencia aquellos cargos que

sean de s u competencia. (M. del Director. 188).

641 Todos cargamos con nuestra cruz, tanto el que manda como el que obedece. (BAC. 603).

642 ¿Queréis estar seguros de que lo que hacéis redunda a la mayor gloria de Dios?. Cumplid con todo lo que a lo largo

del día se os ha señalado. (BAC. 608).


643


Dios que es el fin supremo de nuestro amor, disponga lo que quiera, pues, lo que Él hace es siempre mejor que


todo lo que nosotros pudiéramos desear. (V, 518).

644 Haced lo que podáis; Dios suplirá lo que no alcancemos hacer nosotros. (V, 418).

645 Es profanar el voto de obediencia, comportarse como hacen algunos, que obedecen única- 

34

 

        mente cuando les conviene. (XVIII, 207).

OBRAS BUENAS

646 Al fin de la vida se recogen los frutos de las buenas obras. (IX, 807).

647 No es necesario saber el momento de la muerte para ir al Paraíso; pero sí es preciso prepararse con buenas obras.

(VI, 120).

648 El dinero no puede satisfacer el corazón del hombre, sino el buen uso que de él se hace, es esto lo que produce la

verdadera satisfacción. (I, 129).

649 En todas las obras buenas, el demonio siempre suscita dificultades. (VIII, 368).

650 Es Dios quien hace las obras buenas, y nosotros tenemos que rogarle que tenga la bondad de servirse de nosotros

en sus santas empresas. (X, 1080).

651 En las obras de Dios hay que considerar si son necesarias o no. Si no son necesarias, no conviene emprenderlas;

pero si son indispensables, hay que hacerlas sin preocuparnos por el éxito. Los medios materiales, Dios los ha

prometido y Él mantiene su palabra. (X, 1339).

652 Antes  de emprender una obra, hay que tener en cuenta si es la voluntad de Dios que se haga. Teniendo la certeza,

hay que ir adelante; encontraremos miles de dificultades en el camino, pero no importa; Dios lo quiere, seamos

firmes en vencer cualquier obstáculo. (XI, 54).

653 Solamente las buenas obras son las riquezas verdaderas que nos aseguran un puesto en el cielo. (XII, 328).


654


Hablando de la conveniencia de hacer publicidad a las buenas obras, yo diría lo siguiente: el mejor medio para


darlas a conocer, es sostenerlas. (XIII, 126-7).

655 Los cristianos si son inteligentes llevarán sus riquezas terrenas a la eternidad mediante sus obras buenas. (XVII,

70).

656 Las buenas obras que puedes hacer, hazlas ahora tú personalmente, sin compromiso para nadie en el futuro. (XV,

604).

OFICIO

657El fin que se propone la Congregación Salesiana con sus escuelas-talleres, es educar y formar a sus alumnos de

modo que, al salir de nuestras casas, después de haber terminado su aprendizaje, sepan un oficio con que ganarse


 

 

honradamente el pan, estén bien instruidos en la religión y posean los conocimientos científicos convenientes a su

condición. (BAC. 29).

658 Nuestros aprendices comprendan que son amados y estimados por sus superiores; esto se obtiene con el espíritu de

verdadera caridad que recomienda el Santo Evangelio. (BAC. 29).


659


El secreto para hacer mucho bien en poco tiempo, consiste en esto: tranquilidad constante, pericia en los


quehaceres adquirida con paciencia, una absoluta confianza en Dios; ocupar exacta y constantemente el tiempo y

practicar la templanza. (IV, 524).

660 Si quieres hacer mucho, trabaja poco, esto es, nunca más de lo que tus fuerzas naturales te permiten. (XIII, 878).

OPTIMISMO

661 Así como no hay terreno tan ingrato y estéril, que mediante larga paciencia no dé finalmente rendimiento, así

sucede también en el hombre, que es un terreno espiritual, por muy estéril y 35

        resistente que sea, tarde o temprano tendrá sentimientos nobles, que redundarán en obras de  

        virtud. Todo joven por muy desgraciado que sea, tiene un lado accesible para el bien y el 

        primer deber del educador es, hallar ese punto, ésta cuerda sensible del corazón para sacar 

        frutos. (V, 367).

662 Sembremos y luego imitemos al campesino que espera con paciencia el tiempo de la cosecha. (XIV, 514).

663 Pongamos toda nuestra confianza en Dios y sigamos adelante sin temor. (XV, 468).

664 El joven desea estar convencido, que el superior tiene confianza en su enmienda. (XVI, 444).

665 Al recoger rosas encontraremos espinas; pero con las espinas van siempre las rosas. (XVII, 131).5

ORACIÓN

666 La oración es para el sacerdote como el agua para el pez, el aire para el pájaro, y la fuente para el ciervo. (III, 246).

667 La oración es tan necesaria para los que se consagran a Dios, como el fusil para el soldado. (III, 613).

668 El hombre que no reza, es un hombre perdido. (IX, 997).

669 La oración es para el alma como el calor para el cuerpo. (IX, 997).

670 La oración vocal, si no se acompaña con la mental, es como un cuerpo sin alma. (IX, 997).

671 Las jaculatorias tienen el valor de la oración vocal y mental. (IX, 997).

672 Con la oración se obtiene todo lo que es necesario para nuestra salvación. (XIV, 86).

PACIENCIA

673 Con paciencia disminuirás el número de tus enemigos y aumentarás el de tus amigos, haciéndolos también amigos

de Jesucristo. (V, 512).

674 Sin paciencia nunca podremos llegar a ser santos. (XII, 606).

675 Trabajad, pero siempre con la dulzura de San Francisco de Sales, y con la paciencia de Job. (XV, 680).

676 Tú, como Director, debes ser modelo de paciencia con los hermanos que están bajo tus cuidados. (XVII, 266).

677 Una hora de paciencia vale más que un día de ayuno

678 La fuerza del sacerdote consiste en la paciencia y en el perdón. (IV, 628).

679 Hay que tener la paciencia como compañera inseparable. (XII, 455).

680 Impacientándose..., no se obtiene que la obra se realice y mucho menos si corregimos con cólera. (XII, 456).

681 La paciencia es absolutamente necesaria para vencer al mundo y asegurar la victoria para ganar el paraíso. (XV,

608).

682 Lo que santifica no es el sufrimiento, sino la paciencia. (XVIII, 129).

PAPA


683


Quien quiera pasar por buen católico, debe cuidarse de los que hablan mal de la religión, de sus Ministros y


especialmente del Papa. Es mal hijo quien critica a su padre. (III, 607). 

36

684 Estad íntimamente persuadidos de esta gran verdad:


 

donde


 

se


encuentra el Sucesor de San Pedro, ahí está la

Iglesia de Cristo. Nadie puede ser verdadero

estar unido al Papa. (IV, 226).

685 Nuestros Pastores y especialmente los Obispos nos

el Papa nos une a Dios. (IV, 536).

686 La verdadera religión de Cristo Jesús se encuentra

la Iglesia Católica; nadie puede ser un buen católico

Quien no tiene a la Iglesia por Madre, no puede


verdadera

católico       sin

 

unen al Papa y

 

únicamente en

sin el Papa.

tener a Dios


 

 

por Padre. (V, 253).

687 Cualquier sacrificio es poco, si se trata de defender la Iglesia y el Papado. (V, 577).

688 Un deseo del papa, para mí es una orden. (V, 874).


689


En asunto de Religión, estaré siempre con el Papa, y con el papa pienso quedarme como buen católico hasta la


muerte. (VI, 679).

690 Es de importancia fundamental para nuestra Sociedad, sostener la autoridad del papa. (VII, 622).

691 Quien está unido al papa permanece unido a Jesucristo, y quien rompe ese lazo, naufraga en el mar borrascoso del

error y se pierde miserablemente. (VIII, 567).

692 Nuestra fe para ser viva y fructífera debe estar siempre iluminada por el Vicario de Jesucristo. (IX, 228).

693 El Papa constituye el fundamento y la unión de toda la verdad religiosa y de él depende la

         salvación del mundo. (XII, 641).


694


Siempre debemos profesar a la cabeza suprema de la Iglesia la más profunda gratitud y la más respetuosa


veneración. (XV, 426).

PECADO

695 Cuando uno no está bien con Dios, tampoco podrá tener paz consigo mismo, y mucho menos estará en paz con los

demás. (XVII, 113).

696 Dos cosas temo: el pecado mortal que da la muerte al alma y la muerte corporal que sorprenda a quien se encuentra

en desgracia de Dios. (VI, 75).

697 El más grande enemigo de Dios es el pecado. (XVIII, 863).

698 Insiste en que se confiesen con frecuencia. Este es el medio más seguro para tenerlos lejos del pecado. (II, 152).

699 Cuando estáis desocupados, estáis en un gravísimo peligro de caer en pecado. (III, 608).

700 Por un solo pecado mortal se merece el infierno. ¿Qué sería de ti si murieses en ese estado?. (IV, 55).

701 Vale más no seguir viviendo, que pecar. (V, 637).

702 No se admita a la Comunión diaria a los que manifiesten afecto al pecado venial. (VI, 430).

703 La verdadera causa de todos los males es el pecado. El pecado hace infelices a pueblos enteros. (VI, 470).

704 Tolera cualquier cosa con tal de impedir un pecado. (VII, 524). 

37


705


La experiencia enseña continuamente que aquellos que se mantienen alejados del pecado, son los que más


adelantan en sus estudios. (VII, 817).

706 Huid del pecado como de vuestro más grande enemigo,y huid también de la ocasión de pecar, es decir, de las

malas conversaciones que son la ruina de las buenas costumbres. (X, 769).

707 El corazón del joven que vive en estado de pecado, es como el mar en continua agitación. (XII, 133).

708 Es una locura buscar la felicidad lejos de Dios. (IX, 567).

709 El medio más eficaz para asegurarse el perdón de los pecados y conseguir la vida eterna, es la caridad hacia los

niños pequeños. (XVIII, 622).

710 De Don Bosco se decía que lo único que pretendía de sus jóvenes era que no cometieran pecado, por lo demás, los

dejaba gritar, cantar y saltar. (Sm. 183).

PENITENCIA

711 Sin penitencia no se puede conservar la inocencia. (XVII, 727).

712 Con pequeñas mortificaciones se vencen las pequeñas insidias del demonio. (IX, 355).

713 Decídete, pues, a servir al Señor y haz penitencia; no esperes para cuando ya no sea tiempo. (BAC. 693).

714 No dejar nunca la penitencia para la vejez, cuando las fuerzas ya no lo acompañan a uno. (II, 362).

715 La penitencia que el Señor quiere de ti es tu obediencia. (V, 209).


716


¿Queréis que os recomiende una manera fácil de hacer penitencia, adaptada a vuestra edad y condición?. Os


sugiero un ayuno que todos podéis hacer: esto es, cuidar vuestro corazón y 

        vuestros sentidos. Haced ayunar al demonio no cometiendo ningún pecado. Atended     

        los sentidos externos. Haced ayunar a vuestros ojos. (XII, 143).

717 Podéis hacer alguna mortificación soportando con paciencia ciertas contrariedades, un poco de calor o un poco de

frío, sin lamentarse. (XII, 144).

718 Muchas veces la mejor penitencia consiste en observar el horario. (XIII, 89).


719


Es un grave error creer que la penitencia tienen que practicarla únicamente los pecadores. La penitencia es


necesaria también para conservar la inocencia. (XVII, 726).


 
   
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